Damasco, SIRIA (Agencia Fides, 03/05/2017) – El Patriarca Mor Ignatius Aprem II, Primado de
la iglesia siro-ortodoxa, ha perdonado a cuatro de los seis obispos
Metropolitanos de su iglesia que en febrero le habían dirigido
acusaciones de carácter doctrinal. El acto patriarcal, manifestado a
través de una declaración lanzada este 29 de abril por el Patriarcado de
Antioquía de los siro-ortodoxos, marca formalmente el final de las
discrepancias intra-eclesiales que en los últimos meses han perturbado
la vida de la Iglesia siro-ortodoxa.
En el texto patriarcal, recibido en la Agencia Fides, el Patriarca
reafirma su papel como “Sucesor de Pedro” y custodio de la unidad de la
Iglesia siro-ortodoxa, comunicando que ha recibido recientemente una
carta en la que los cuatro metropolitanos perdonados presentaban sus
disculpas al Patriarca por las declaraciones y juicios ofensivos que le
habían dirigido.
Los seis Metropolitanos que entraron en conflicto con el Patriarca, el 8
de febrero emitieron un comunicado en el que afirmaban que el primado
de la Iglesia sirio ortodoxa no merecía el título de «Defensor Fidei»,
ya en su opinión, había sembrado dudas y sospechas en los corazones de
los creyentes, con declaraciones y acciones «contrarias a las enseñanzas
de Jesucristo, de acuerdo con su Santo Evangelio». Entre las acciones
atribuidas al patriarca como “traición a la fe” también habían
mencionado que había alzado el Corán.
A mitad de marzo, el Sínodo de los obispos siro
ortodoxos dispuso por su parte la suspensión a divinis de dos Obispos
Metropolitanos que habían firmado la declaración contra el Patriarca,
mientras a los otros cuatro, perdonados después, se les propuso firmar
antes del 30 de abril, una carta de disculpa y arrepentimiento por sus
decisiones tomadas en el pasado, consideradas como negativas para la
comunión eclesial. Los dos metropolitanos suspendidos a mitad de marzo son Severius Hazail
Soumi, Vicario patriarcal en Bélgica y Francia, y Eustatius Matta Roham.
Este último, antes guiaba la archieparquía siria de Jazirah y Éufrates,
pero estaba expatriado en Europa desde finales de 2012, y no había
regresado a su país en guerra.
Antes de Navidad de 2013, un comando de hombres encapuchados allanaron
la sede metropolitana de Qamishli y realizaron una escena dramática
acusando al Prelado, en un vídeo filmado y transmitido en youtube. Los
miembros del equipo leyeron un comunicado en el que se presentaban como
portavoces de los "cristianos" y acusaban al arzobispo de huir, mientras
que su pueblo se veía sometido a grandes sufrimientos y amenazas.