Bangkok, TAHILANDIA (Agencia Fides, 12/05/2017) - “Indonesia debería examinar seriamente la
actuación de la Ley sobre la blasfemia y abolirla. El gobierno debe
desarrollar un plan para eliminar el odio religioso”: así lo pide la
Comisión asiática para los derechos humanos (AHRC), al intervenir tras
la sentencia de condena del ex gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja
Purnama, conocido como “Ahok”, condenado a dos años de cárcel por
blasfemia.
La ley está en vigor desde 1965 y su finalidad es impedir “el abuso y la
difamación de las religiones”. “En muchos casos - se lee en una nota
enviada a la Agencia Fides - las acusaciones de blasfemia son
manipuladas y politizadas” o “planteadas por grupos intolerantes”.
En los veredictos de los tribunales, los jueces ignoran las pruebas, los
testigos y las peticiones presentadas por los acusados”. “La ley sobre
la blasfemia con frecuencia se aplica contra las religiones minoritarias
o para incitar al odio” hacia los cristianos, ahmadíes, chiítas,..
observa la Comisión. “Esto se debe a la debilidad del Estado y a la
falta de voluntad para examinar seriamente la aplicación de la ley sobre
la blasfemia. Durante la última década la situación ha empeorado”.
En el caso de Basuki Tjahaja Purnama, “su historia no puede separarse de
los antecedentes políticos” además de que Basuki tiene una “doble
pertenencia a las minorías ya que es de origen chino y además
cristiano”. La Comisión recuerda las palabras de Ahok, por las que fue
acusado de blasfemia que son: “No creáis a los que dicen que no podéis
votar por mí porque [estas personas] están mintiendo al usar la Sura Al
Maidah del Corán”. Ante estas palabras se desató la ira y las disculpas
públicas de Ahok fueron en vano.
Su caso “es un precedente muy peligroso en la aplicación de la
legislación de Indonesia”. Las presiones de grupos islamitas sobre el
gobierno, la policía y los tribunales han tenido éxito y esto es un
hecho preocupante, dice para concluir la Comisión.
Mientras tanto, según la información de la Agencia Fides, se multiplican
las manifestaciones públicas de apoyo a Ahok. Más de siete mil personas
asistieron ayer, 11 de mayo, a un encuentro de oración para expresar su
solidaridad al gobernador en Denpasar (Bali).
La gente, proveniente de diferentes islas del archipiélago, bajaron a la
calle vestidos con un traje negro y llevando velas encendidas. “El
vestido negro simboliza la muerte de la justicia en el sistema judicial
de Indonesia, y la vela representa la luz en medio de la oscuridad”, ha
explicado a la Agencia Fides uno de los organizadores.
Los ciudadanos presentes, musulmanes, cristianos, hindúes y budistas
desean la revisión del proceso y la liberación de Ahok. Los
participantes han pedido al gobierno y a toda la nación “que honre los
valores de la tolerancia y de la unidad en la diversidad sobre los que
se funda Indonesia”, en cumplimiento de la “Pancasila” (los cinco
principios fundamentales de la convivencia en Indonesia). Otras marchas
similares se han llevado a cabo en Yakarta, Mandi, Yogyakarta, Medan,
para mostrar su apoyo a Ahok, y manifestarse en contra de la corrupción y
la injusticia.