Seúl, COREA DEL SUR (Agencia Fides, 10/05/2017) – “En el último año hemos pasado por los tiempos
difíciles del impeachment y de las elecciones presidenciales
anticipadas. Ahora el pueblo coreano ha elegido a un nuevo presidente.
Necesitamos un líder que siga el camino de la verdadera paz y la
justicia, con la promoción de estos principios, incluso en los momentos
de confrontación. Oramos para que el nuevo presidente se convierta en un
gran líder que consagre la paz en la península coreana y el desarrollo
del pueblo coreano, afianzando la democracia en nuestra tierra”: con
estas palabras, pronunciadas el 10 de mayo, y enviadas a la Agencia
Fides, el Arzobispo Kim Hee-jung, Presidente de la Conferencia Episcopal
de Corea ha felicitado oficialmente de parte de la iglesia coreana a
Moon Jae-in , hombre político católico, del Partido democrático, elegido
como 19° presidente de la República de Corea. En las elecciones
anticipadas celebradas el 9 de mayo, tras el episodio que llevó a la
dimisión del ex presidente Park, Moon Jae-in ha obtenido el 41,1 % de
los votos.
El mensaje de los obispos al nuevo presidente, que ya ha jurado y ha tomado posesión oficialmente, añade:
“Esperamos que guíe el país en el espíritu de la Constitución: una
nación donde incluso los más débiles de la sociedad puedan disfrutar de
la dignidad humana; una nación en la que todos puedan expresar sus
opiniones abiertamente y sin limitación de su libertad de pensamiento y
de conciencia; una nación en que se desarrollen las regiones de acuerdo
con los principios de la igualdad y del equilibrio; una nación en la que
las personas puedan participar en los cargos de Estado sin
discriminación regional”.
Además los obispos continúan diciendo, “esperamos que el presidente
presente su visión y filosofía de gobierno trabajando por la convivencia
entre Corea del Sur y del Norte, por la paz del pueblo coreano y por
una reconciliación entre las dos Coreas”.
La Conferencia episcopal espera que el presidente Moon actúe come
“servidor del pueblo, de modo que entre todos los ciudadanos se refuerce
el sentido de unidad nacional y cada vez este más cerca el día en el
que ‘el juicio corra como las aguas y la justicia como corriente
inagotable’ (Amos 5,24)”.