Kroměříž, REPÚBLICA CHECA (Agencia Fides, 23/10/2019) - Promovido por la Dirección Nacional de las
Obras Misionales Pontificias de la República Checa, el 5 de octubre se
celebró en Kroměříž el VII Congreso Nacional Misionero de niños de la
Pontificia Obra de la Santa Infancia, en el marco del Mes Misionero
Extraordinario. Como Olga Loučková, directora diocesana de las OMP de la
Arquidiócesis de Olomouc, señala en la nota enviada a la Agencia Fides,
estos congresos se celebran cada tres años y este año fue el turno de
la archidiócesis de Olomouc. El programa del día corrió a cargo del
grupo de la Santa Infancia, "Little Mission Club", de la escuela
primaria en Kroměříž. Participaron en la prepración de la jornada los
profesores, los niños y sus padres. Los feligreses de la parroquia de la
Virgen María también ayudaron.
A las 10 de la mañana, el arzobispo de Olomouc, monseñor Jan Graubner,
que también está a cargo de las misiones a nivel nacional, comenzó la
santa misa, concelebrada por los sacerdotes que acompañan a los Pequeños
Clubes Misioneros en la República Checa. Después de la homilía, el
arzobispo dio la bienvenida a ocho nuevos miembros que se unieron a la
Santa Infancia. Después de recibir sus promesas de compromiso, los
bendijo y les colgó una pequeña cruz en el cuello. Luego el director
nacional de las OMP, el diácono Leoš Halbrštát, se puso un pañuelo
misionero en los hombros. Durante la procesión de ofrendas, los niños
llevaron al altar símbolos de cada continente.
Después de la celebración, los niños viajaron a través de los
continentes con el "Gran Juego Misionero" a través de numerosas
actividades, concursos y juegos relacionados con los diferentes
continentes. Entre otras cosas, intentaron comer con palos o alimentar a
otra persona, o confiar el uno en el otro cuando uno tiene los ojos
vendados, o ponerse de acuerdo sobre cómo moverse con las piernas
atadas. En cada stand hubo una actividad que ilustró el lema del
congreso: "Gran poder de las pequeñas acciones".
Por la tarde hubo una pequeña representación teatral sobre la vida de
niños de diferentes partes del mundo. Luego un voluntario salesiano
habló de su servicio misionero en México donde pasó dieciocho meses.
Lo más destacado del día fue plantar un árbol en el jardín para
conmemorar el séptimo Congreso de la Infancia Misionera.
Desafortunadamente, llovía mucho y solo un pequeño grupo de los más de
300 niños inscritos en el Congreso pudo asistir. El arzobispo, que
participó durante todo el día, fue el primero en coger la pala y ayudar a
plantar el abedul. El arzobispo bendijo el árbol y, junto con el
director nacional de las OMP, concluyó oficialmente el séptimo Congreso
Nacional Misionero de la Santa Infancia.