Beirut, LÍBANO (Agencia Fides) - Los Jefes de Iglesias y comunidades cristianas
presentes en el Líbano aplauden “a las personas que expresaron su
unidad” y piden “abrazar y proteger la revuelta legítima de nuestros
hijos”, haciendo hincapié en la urgencia “de que el poder y el gobierno
respondan a sus demandas nacionales”. Así se expresan en un comunicado
los Patriarcas y representantes de las comunidades cristianas que se
reunieron el miércoles 23 de octubre para expresar una posición común
ante las manifestaciones masivas contra el Gobierno que están sacudiendo
el país de los cedros.
Los altos prelados de las Iglesias y las comunidades cristianas se
distancian de los políticos nacionales y ante la crisis intentan se
meten en su papel de profetas no escuchados: “Hemos advertido de que lo
que está sucediendo hoy estaba por llegar, pero los sucesivos gobiernos
ignoraron nuestros llamamientos”. El mensaje de los líderes cristianos
leído por el Patriarca Maronita Boutros Bechara Rai, incluye un juicio
sobre las propuestas de reforma y las medidas económicas preparadas por
el gobierno dirigido por el sunita Saad Hariri en un intento de
responder a las demandas de la plaza: "El plan de reforma, -dice el
llamamiento de Bkerké-, es un primer paso positivo, pero es necesaria
una reorganización del gobierno y una administración dirigida por
personas competentes y patrióticas”. “Pedimos al jefe de Estado que
comience inmediatamente las consultas con los líderes políticos para
implementar las medidas necesarias para favorecer a la población”, añade
el comunicado. Dirigiéndose a los manifestantes, los jefes de las
Iglesias y las comunidades cristianas libanesas, les piden evitar ser
manipulados por aquellos que quieren explotar su grito, que califiquen
su protesta de “movimiento golpista” y que protejan la paz social.
En la tarde del miércoles 23 de octubre, informan los medios nacionales,
el presidente libanés Michel Aoun tuvo una conversación telefónica con
el patriarca maronita Bechara Rai para discutir con él el contenido del
que los medios han calificado como “el llamamiento de Bkerké”.
A la reunión de líderes eclesiásticos libaneses asistió excepcionalmente
el jeque Abdel Latif Darian, Mufti de la República Libanesa, quien por
su parte llamó al estado y al gobierno a asumir las “demandas legítimas”
de los manifestantes.
El descontento popular, que tiene su raíz en la crisis económica,
estalló con el anuncio de nuevos impuestos sobre el uso de WhatsApp y
otros medios de comunicación.