Juba, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 11/03/2016) - “La violación se utiliza sistemáticamente como un
arma para humillar a las poblaciones rivales, peor que se utilice como
una forma de pago de los soldados y milicianos, es desconcertante. A los
combatientes de les suele dar libertad de saqueo”, dicen a la Agencia
Fides fuentes locales de la Iglesia de Sudán del Sur, al comentar el
informe sobre los crímenes de guerra cometidos en Sudán del Sur que ha
sido presentado hoy en Ginebra por la oficina de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos. Según el informe, el uso sistemático de la
violación también ha sido utilizado como una forma de remuneración de
los combatientes pro-gubernamentales.
“Dicho esto, el informe de la ONU es, sin duda atendible” dicen nuestras
fuentes. “Hemos visto a los miembros de la comisión de investigación
hacer un buen trabajo hasta finales de enero, reuniéndose y
entrevistando a los testigos locales. El uso sistemático de la violación
masiva para humillar al adversario es terriblemente real y
generalizado”. “Por lo general los informes de las Naciones Unidas son
certeros porque hacen referencia solo a noticias que pueden ser
verificadas por más de una parte” subrayan las fuentes de Fides.
De acuerdo con el informe, la política de la tierra quemada adoptada por
las tropas gubernamentales y las milicias afiliadas a ellas contra las
poblaciones consideras leales al líder de la oposición armada Riek
Machar, se ha traducido en violaciones masivas, saqueos y matanzas de
civiles. Los peores crímenes se han reportado en el estado de Unity. En
este estado ha tenido lugar uno de los episodios más graves citados por
el informe: la muerte por asfixia de sesenta personas en un contenedor
metálico donde fueron encerrados, bajo un sol abrasador, por las tropas
pro-gubernamentales.
La guerra civil que estalló en diciembre de 2013 terminó oficialmente en
agosto de 2015, con el acuerdo de paz que prevé, entre otras cosas, la
creación de un gobierno de unidad nacional con la inclusión de Macher,
en el papel de primer vicepresidente. “Todavía estamos viviendo en un
limbo a la espera de la formación del gobierno”, dicen nuestras fuentes.
“Machar aún no ha llegado a Juba, porque antes deben llegar las tropas
que le son fieles y que deben garantizar su seguridad”.