Santiago, CHILE (Agencia Fides, 10/03/2016) – Cerca de 60 reclusas del “patio Mandela”, la
Cárcel Femenina de San Joaquín, han compartido con el obispo Auxiliar de
Santiago, Su Exc. Mons. Jorge Concha Cayuqueo, OFM un momento de
diálogo antes de participar a la Misa y a continuación al desayuno, con
motivo del día de la mujer, el 8 de marzo. El obispo ha visitado las
instalaciones del penal donde las reclusas realizan actividades de
reinserción mediante iniciativas empresariales, talleres,
alfabetización, mejora del nivel escolar, terapias psicológicas…
Para Mons. Concha “el acompañamiento psicológico, formativo que apunta a
la calidad humana de las personas, es fundamental para la reinserción.
Lo que pretendemos como Iglesia de Santiago, es restaurar primero todo
el interior de las personas, para que ellos mismos tomen conciencia de
querer rehabilitarse” ha dicho en la nota enviada a la Agencia Fides.
Con respecto al hacinamiento que se vive en las cárceles del país, el
obispo ha comentado: “es una situación compleja que quizás tiene que ver
con los recursos. La sobrepoblación impide que se logre el objetivo de
la reinserción y de la rehabilitación”.
Según los datos recogidos por la Agencia Fides la situación carcelaria
en Chile se ha transformado en pocos años. De 1864 a 1996, el lugar de
detención era similar a una granja que podía dar cabida a unas 300
reclusas. Vigilado y guiado por las guardias y las religiosas de la
Congregación de las Hermanas del Buen Pastor. Las presas habían cometido
robos o delitos menores. Hoy en día, con el aumento del tráfico de
drogas y el crecimiento de la violencia, las presas están acusadas de
graves crímenes incluso violentos.
Si en los años 80 las mujeres eran sólo el 3% de la población penal,
después del 2000 eran ya más del 7,7% y el 10,3% después de 2008. La
prisión de Santiago tiene capacidad para el 45% de las presas de todo
Chile: más de 1.400 en una prisión que puede acomodar a 850 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario