Baghdad, IRAQ (Agencia Fides, 08/03/2016) - “Pensar que nuestra victoria pueda depender de
la creación de facciones armadas aisladas para luchar en defensa de
nuestros derechos podría dar lugar a otro 'holocausto'”, como ya ha
sucedido en el pasado, cuando las milicias cristianas “han luchado las
guerras de otros”. Mientras que el camino a seguir es el de “aprender
las lecciones de la historia”, y posiblemente apoyar a las fuerzas
armadas regulares. Lo ha declarado el patriarca caldeo Louis Raphael I
expresando su toma de distancia de forma claro y definitiva de los
grupos que en las comunidades cristianas sirias, asirias y caldeas
apoyan la necesidad de defender sus derechos comunitarios y luchar
contra las fuerzas yihadistas a través de la formación de grupos armados
organizados sobre una base confesional.
En un mensaje más amplio a todos los caldeos, difundido a través de los
canales oficiales del Patriarcado, el primado de la Iglesia caldea dice
claramente que esas milicias sectarias en realidad están “patrocinadas y
apoyadas por los mismos poderes que desencadenaron el conflicto”,
mientras que la única solución eficaz y legítima - dice el Patriarca en
su discurso, recibido en la Agencia Fides - es alistarse en las fuerzas
armadas regulares, como el ejército iraquí o el que pertenece a la
región autónoma del Kurdistán iraquí, para “trabajar con ellos en la
liberación de las tierras ocupadas. Nosotros - continua el Primado de la
iglesia caldea “tenemos que darnos cuenta de que nuestro destino está
ligado al de todos los iraquíes, y esta es la única manera de asegurar
nuestro futuro juntos, donde los chiíes están llamados a ofrecer su
propia vida junto con los kurdos, sunitas, cristianos y turcomanos”.
En el mismo discurso, el Patriarca caldeo define el extremismo islámico
que está sacudiendo los escenarios de Oriente Medio como un fenómeno
“anómalo y políticamente controlado a distancia” y repite con fuerza su
certeza de que “nada va a expulsar al cristianismo de Oriente Medio, a
pesar de las dificultades, mientras habrá cristianos decididos a
permanecer en su tierra natal, orgullosa de su identidad y misión en
esta parte del mundo”.