Nairobi, KENIA (Agencia Fides, 01/03/2016) - Los países de origen de los refugiados
acogidos en los campamentos de Kenia en Kakuma y Daadab deben crear las
condiciones que permitan su repatrio gradual, esforzándose por encontrar
la paz interna para poner en marcha programas de desarrollo. Es la
exhortación de Su Exc. Mons. Virgilio Pante, obispo de Maralal y
vicepresidente de la Comisión de refugiados, migrantes y marítimos de la
Conferencia Episcopal de Kenya, en su intervención en la reunión de
trabajo sobre los refugiados que se ha celebrado en Nairobi, del 22 al
26 de febrero. Al taller han asistido una treintena de personas que
trabajan en la acogida de refugiados.
Kenya acoge a refugiados, principalmente procedentes de Somalia y Sudán
del Sur, y en particular, a este último país es al que parece dirigirse
la exhortación de Mons. Pante. Sudán del Sur está tratando de salir con
dificultad de la guerra civil que estalló en diciembre de 2013, pero junto al conflicto entre las facciones del
presidente Salva Kiir, y del vicepresidente Riek Machar, hay varios
conflictos menores de base étnica y económica entre las poblaciones
sedentarias y nómadas por el control de terrenos y fuentes de agua.
Un problema que comparten algunas zonas del norte de Kenia, que junto a
los refugiados extranjeros deben hacer frente al fenómeno de los
desplazados internos, debido a las tensiones rurales. En este sentido,
Mons. Pante ha instado al gobierno a que no se limite exclusivamente al
desarme de estas poblaciones, ya que no es una solución definitiva para
poner fin a los conflictos, sino que se dedique a crear programas de
desarrollo mediante la educación y la construcción de infraestructuras.
El obispo ha subrayado que sólo a través de la educación estas
comunidades serán capaces de superar los prejuicios culturales y
desarrollar la capacidad de convivir de forma pacífica.