El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 10/03/2016) – Los cristianos representan un “componente del
origen” de Iraq, como lo demuestran los antiguos monasterios repartidos
por todo el país. Y los grupos yihadistas, como el Daesh, hacen
estragos no sólo contra ellos, sino también contra las poblaciones
musulmanas, como muestran las víctimas musulmanas - también sunitas - y
las mezquitas destruidas por el califato islámico en Mosul. Con estas
palabras, el presidente iraquí Fouad Masum, de etnia kurda, ha definido
la difícil situación de los cristianos en este Iraq presente, amenazado
por las divisiones sectarias y en conflicto con el Estado Islámico que
se ha asentado en Mosul en junio de 2014.
Las declaraciones del presidente iraquí han sido pronunciadas en Egipto,
durante la reunión entre Masum y el Patriarca copto ortodoxo Tawadros
II. El Presidente de Iraq también ha reivindicado el papel activo de las
instituciones gubernamentales en la defensa de los cristianos y las
demás componentes nacionales amenazadas por la violencia de los grupos
extremistas, negando cualquier tipo de discriminación sobre una base
sectaria dentro de los organismos públicos.
A principios de febrero, el patriarca caldeo
Louis Raphael I había lanzado una petición a las autoridades
gubernamentales y a los líderes políticos y religiosos para denunciar la
continuación de la discriminación legal y la intimidación sectaria
sufrida por los cristianos. “Nosotros”, escribía el patriarca en su
llamamiento, enviado a la Agencia Fides, “nos hemos reunido con los
funcionarios del gobierno, y hemos visitado algunas de las autoridades
religiosas islámicas para hablar de lo que tenemos en común, con
respecto a nuestras creencias y a la vida que compartimos en esta
tierra. Durante estas reuniones, hemos asegurado nuestra lealtad a Iraq,
que es nuestro país, y que no buscamos venganza sino que queremos vivir
en paz con todos los iraquíes. Por desgracia, ninguna de sus promesas
se ha convertido en realidad”.