El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides, 18/05/2017) - El servicio egipcio de investigaciones para
la Seguridad del Estado ha comenzado su investigación sobre el caso del
jeque Salem Abdul Jalil, investigado por el delito de “desprecio a la
religión” por definir a los cristianos y a los judíos como “infieles” y
seguidores de doctrinas “corruptas”. El abogado Samir Sabry, conocido
por haber presentado varias demandas contra los grupos islamitas
egipcios, ha declarado que las afirmaciones de Jalil podrían fomentar
actos de violencia contra los cristianos y poner en peligro todos los
esfuerzos realizados para frenar el sectarismo y promover la
coexistencia entre las diferentes componentes religiosas de Egipto.
Pero en defensa de Jalil se han lazado los responsables de la “llamada
salafista”: un grupo salafista que dio origen al partido al Nur, ha
difundido este miércoles 17 de mayo, un documento largo y detallado para
demostrar que las expresiones utilizadas por el predicador no promueven
la violencia, sino que expresan adecuadamente la enseñanza del profeta
Mahoma, y no se puede prohibir a los jeques musulmanes difundir el
contenido del Corán.
El Servicio (Mabahith Amn El Dawla), con 100 mil trabajadores, es el
principal órgano de seguridad interna y de intelligence del Ministerio
de Interior egipcio.
Salem Abdul Jalil podría tener que compadecer ante los jueces el 25 de
junio. El caso, como ya publicado por la Agencia Fides, inició cuando el jeque Salem Abdul Jalil, Subsecretario del
Ministerio egipcio de instalaciones religiosas (Awqaf),durante un
programa de televisión en el canal privado al Mehwar, inició una disputa
teológica sobre la doctrina según el Corán en lo que se refiere a los
no musulmanes. En este contexto, citando el Corán, Jalil definió a los
cristianos y judíos como “infieles” (kafar), porque se niegan a seguir
las enseñanzas del profeta Mahoma, y están llamados a convertirse al
Islam antes de su muerte, si quieren evitar el castigo divino reservado
para los infieles después de la vida terrena.