sábado, 13 de mayo de 2017

Textos íntegros de la Peregrinación del Papa FRANCISCO al Santurario de Fátima

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 13 de mayo de 2017).-  A primera hora de la tarde de hoy ha empezado el 19° Viaje Apostólico internacional del Papa FRANCISCO que va en peregrinación al Santuario de  Nuestra Señora de Fátima en Portugal, con motivo del centenario de las apariciones de la Bienaventurada Virgen María en la Cova da Iria.
         

El avión en que viaja el Santo Padre (un A321 de Alitalia) ha despegado del Aeropuerto internacional de  Roma-Fiumicino a las 14.10 horas.
          

El aterrizaje en la  base aérea de Monte Real está previsto a las 16.20 locales (17.20 hora de Roma).
          

Telegrama al Presidente de la República Italiana


Mientras dejaba el territorio italiano, camino de Portugal, el Santo Padre FRANCISCO ha enviado al Presidente de la República Italiana, el Honorable Sergio Mattarella, el siguiente mensaje telegráfico:


A SU EXCELENCIA
HON. SERGIO MATTARELLA
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ITALIANA
PALACIO DEL QUIRINAL 00187 ROMA

 

AL DEJAR EL SUELO ITALIANO PARA IR A PORTUGAL CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LAS APARICIONES DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA EN FÁTIMA,  ME COMPLACE ENVIARLE, SEÑOR PRESIDENTE, MIS RESPETUOSOS SALUDOS Y MIENTRAS ME DISPONGO A ENCONTRARME CON LOS  PEREGRINOS Y ESPECIALMENTE CON LOS ENFERMOS QUE DE TODO EL MUNDO ACUDEN AL  SANTUARIO MARIANO PARA ENCONTRAR LUZ Y ESPERANZA INVOCO LA BENDICIÓN DEL SEÑOR SOBRE LA NACIÓN ITALIANA, EN PARTICULAR SOBRE CUANTOS SUFREN EN EL CUERPO Y EN EL ESPÍRITU
 


FRANCISCUS PP.


Telegramas a los Jefes de Estado de Francia y España:


Durante el viaje en avión de Roma a Portugal, mientras sobrevolaba Francia y España, el Papa FRANCISCO ha enviado a los respectivos Jefes de Estado los siguientes mensajes telegráficos:


A SU EXCELENCIA, FRANCOIS HOLLANDE
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA
PARIS

 

MIENTRAS SOBREVUELO FRANCIA EN MI CAMINO A FÁTIMA PARA UNA VISITA PASTORAL, LE ENVÍO UN CORDIAL SALUDO AL IGUAL  QUE A SUS COMPATRIOTAS . REZO PARA QUE DIOS TODOPODEROSO  BENDIGA A TODOS CON  LA PAZ Y LA FORTALEZA, MIENTRAS INVOCO LAS BENDICIONES DIVINAS SOBRE LA NACIÓN.


                                                                              FRANCISCUS PP.


A SU MAJESTAD REY FELIPE VI
REINO DE ESPAÑA
MADRID

 

MIENTRAS SOBREVUELO ESPAÑA EN MI CAMINO A FÁTIMA PARA UNA VISITA PASTORAL,  ENVÍO UN CORDIAL SALUDO A SU MAJESTAD Y AL PUEBLO ESPAÑOL. REZO PARA QUE DIOS TODOPODEROSO BENDIGA A TODOS CON LA  PAZ Y  LA FORTALEZA E INVOCO LAS BENDICIONES DIVINAS SOBRE LA NACIÓN.
 

FRANCISCUS PP.



Pellegrinaggio al Santuario di Nostra Signora di Fátima, 12-13 maggio 2017

PEREGRINACIÓN DEL SANTO PADRE FRANCISCO
AL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

 

con ocasión del centenario de las apariciones de la Virgen María en Cova da Iria

 [12-13 de mayo de 2017]


Viernes 12 de mayo de 2017


SALUDO DEL SANTO PADRE A LOS PERIODISTAS
DURANTE EL VUELO A PORTUGAL

Vuelo Papal
Viernes 12 de mayo de 2017


Greg Burke


Gracias, Santo Padre. Buenas tardes. Han pasado sólo dos semanas desde el último viaje: un viaje muy diferente. Normalmente cuando viajamos con el Papa la gente nos dice: "Rezaremos por vosotros". En cambio, esta vez, yendo a Fátima, todos nos han dicho: "Rezad por nosotros", porque es Fátima. Hay algunos nuevos [periodistas], porque hay un buen grupo de portugueses, y aprovecho esta oportunidad para decir que este es solo un saludo y no  el momento para contar vida, muerte y milagros. Hay que respetar los tiempos del Santo Padre:  para comer,  para descansar ... me imagino que también para rezar. Gracias.

Papa FRANCISCO


Buenas tardes y gracias por esta compañía y por el trabajo que haréis en este viaje que, como ha dicho Greg, es algo especial: es un viaje  de oración, de encuentro con el Señor y con la Santa Madre de Dios.
 


Gracias por la compañía, y vayamos adelante.



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Ceremonia de bienvenida en la base aérea de Monte Real y encuentro privado con el Presidente de la República de Portugal


El avión en que viajaba el  Santo Padre FRANCISCO, salió esta tarde de Roma a las 14,00  y aterrizó a las 16.10 (hora local) en la base aérea de Monte Real.

A su llegada, el Papa fue recibido por el Presidente de la República de Portugal, Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa. También estaban presentes autoridades políticas y civiles, algunos obispos portugueses y un grupo de fieles de alrededor de mil personas. Después de la ejecución de los himnos y tras los honores militares, tuvo lugar la presentación de las respectivas delegaciones. A continuación, el Presidente de la República acompañó al Papa en una sala en el edificio de la torre de control de la base aérea, donde, a las 16:35, tuvo lugar el encuentro privado.

Después de la reunión se llevó a cabo el intercambio de regalos. A continuación, el presidente Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa presentó al Papa FRANCISCO, el Presidente del Parlamento y el Primer Ministro con sus respectivas esposas. Posteriormente el Santo Padre se trasladó en coche a la capilla de la base aérea donde había algunos pacientes militares y sus familias.


Visita a la capilla de la base aérea de Monte Real


A las 16:55 de esta tarde, FRANCISCO visitó la capilla de la base aérea de Monte Real, acompañado por el Ordinario Militar para Portugal.


A su llegada fue recibido por los dos capellanes. Después de la ofrenda floral de dos niños vestidos con trajes típicos, el Papa se detuvo en silenciosa adoración del Santísimo.


Después de la entrega de un regalo y de firmar en el Libro de Honor,  el Santo Padre Francisco salió en helicóptero de la base aérea de Monte Real Aire con dirección al estadio de Fátima.


Reproducimos el texto de la firma del Papa en el libro de honor:


Firma en el  Libro de Honor


Texto original:


"Confio o pessoal da Base Aérea e familiares  a Nossa Senhora de Fátima pedindo que vele pela sua incolumidade  e mantenha fiéis Servidores  do  bem  comum e da paz".


Traducción  no oficial en español:


"Confio el personal de la Base Aérea y  sus familiares a la Virgen de Fátima, pidiéndole que vele por su incolumidad y les mantenga fieles servidores del bien común y de la paz".


[FRANCISCO]


Esta tarde, poco antes de las 18.00, el Santo Padre FRANCISCO llegó en helicóptero al estadio de Fátima, donde fue recibido por el Obispo de Leiria-Fátima, S.E. Mons. António Augusto dos Santos Marto, y por el Alcalde de la ciudad. Después se trasladó en automóvil al Santuario de Nuestra Señora de Fátima donde visitó la Capilla de las Apariciones en cuyas cercanías se habían reunido alrededor de mil niños. A su llegada  fue recibido por el  Rector del Santuario. Después  de rezar en silencio frente a la imagen de la Virgen,  pronunció  la oración que reproducimos a continuación:




ORACIÓN DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LA VIRGEN DE FÁTIMA

Capilla de las Apariciones, Fátima
Viernes 12 de mayo de 2017


El Santo Padre:


Salve Reina,
Bienaventurada Virgen de Fátima,
Señora del Corazón Inmaculado,
refugio y camino que conduce a Dios.
Peregrino de la Luz que procede de tus manos,
doy gracias a Dios Padre que, siempre y en todo lugar, interviene en la historia del hombre;
peregrino de la Paz que tú anuncias en este lugar,
alabo a Cristo, nuestra paz, y le imploro para el mundo la concordia entre todos los pueblos;
peregrino de la Esperanza que el Espíritu anima,
vengo como profeta y mensajero para lavar los pies a todos, entorno a la misma mesa que nos une.



Estribillo cantado por la asamblea


Ave o clemens, ave o pia!
Salve Regina Rosarii Fatimæ.
Ave o clemens, ave o pia!
Ave o dulcis Virgo Maria.


El Santo Padre:


¡Salve, Madre de Misericordia,
Señora de la blanca túnica!
En este lugar, desde el que hace cien años
manifestaste a todo el mundo los designios de la misericordia de nuestro Dios,
miro tu túnica de luz
y, como obispo vestido de blanco,
tengo presente a todos aquellos que,
vestidos con la blancura bautismal,
quieren vivir en Dios
y recitan los misterios de Cristo para obtener la paz.



Estribillo…


El Santo Padre:


¡Salve, vida y dulzura,
salve, esperanza nuestra,
Oh Virgen Peregrina, oh Reina Universal!
Desde lo más profundo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
mira los gozos del ser humano
cuando peregrina hacia la Patria Celeste.
Desde lo más profundo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
mira los dolores de la familia humana
que gime y llora en este valle de lágrimas.
Desde lo más íntimo de tu ser,
desde tu Inmaculado Corazón,
adórnanos con el fulgor de las joyas de tu corona
y haznos peregrinos como tú fuiste peregrina.
Con tu sonrisa virginal,
acrecienta la alegría de la Iglesia de Cristo.
Con tu mirada de dulzura,
fortalece la esperanza de los hijos de Dios.
Con tus manos orantes que elevas al Señor,
une a todos en una única familia humana.



Estribillo ...


El Santo Padre:


¡Oh clemente, oh piadosa,
Oh dulce Virgen María,
Reina del Rosario de Fátima!
Haz que sigamos el ejemplo de los beatos Francisco y Jacinta,
y de todos los que se entregan al anuncio del Evangelio.
Recorreremos, así, todas las rutas,
seremos peregrinos de todos los caminos,
derribaremos todos los muros
y superaremos todas las fronteras,
yendo a todas las periferias,
para revelar allí la justicia y la paz de Dios.
Seremos, con la alegría del Evangelio, la Iglesia vestida de blanco,
de un candor blanqueado en la sangre del Cordero
derramada también hoy en todas las guerras que destruyen el mundo en que vivimos.
Y así seremos, como tú, imagen de la columna refulgente
que ilumina los caminos del mundo,
manifestando a todos que Dios existe,
que Dios está,
que Dios habita en medio de su pueblo,
ayer, hoy y por toda la eternidad.



Estribillo...


El Santo Padre junto con todos los fieles:


¡Salve, Madre del Señor,
Virgen María, Reina del Rosario de Fátima!
Bendita entre todas las mujeres,
eres la imagen de la Iglesia vestida de luz pascual,
eres el orgullo de nuestro pueblo,
eres el triunfo frente a los ataques del mal.

Profecía del Amor misericordioso del Padre,
Maestra del Anuncio de la Buena Noticia del Hijo,
Signo del Fuego ardiente del Espíritu Santo,
enséñanos, en este valle de alegrías y de dolores,
las verdades eternas que el Padre revela a los pequeños.

Muéstranos la fuerza de tu manto protector.
En tu Corazón Inmaculado,
sé el refugio de los pecadores
y el camino que conduce a Dios.

Unido a mis hermanos,
en la Fe, la Esperanza y el Amor,
me entrego a Ti.
Unido a mis hermanos, por ti, me consagro a Dios,
Oh Virgen del Rosario de Fátima.

Y cuando al final me veré envuelto por la Luz que nos viene de tus manos,
daré gloria al Señor por los siglos de los siglos.

Amén.


Estribillo

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Esta tarde, el Santo Padre FRANCISCO fue en automóvil a la Capilla de las Apariciones del Santuario de Nuestra Señora de Fátima donde, a las 21,30 tuvo lugar la bendición de las velas.


Después de unos momentos de recogimiento y meditación silenciosa, el Papa bendijo las velas, tras lo cual saludó a los peregrinos e introdujo el rezo del Santo Rosario.


BENDICIÓN DE LAS VELAS

SALUDO DEL SANTO PADRE

Capilla de las Apariciones, Fátima
Viernes 12 de mayo de 2017


Queridos peregrinos de María y con María.


Gracias por recibirme entre vosotros y uniros a mí en esta peregrinación vivida en la esperanza y en la paz. Desde ahora, deseo asegurar a los que os habéis unidos a mí, aquí o en cualquier otro lugar, que os llevo en mi corazón. Siento que Jesús os ha confiado a mí (cf. Jn 21,15-17), y a todos os abrazo y os confío a Jesús, «especialmente a los más necesitados» —como la Virgen nos enseñó a pedir (Aparición, julio de 1917)—. Que ella, madre tierna y solícita con todos los necesitados, les obtenga la bendición del Señor. Que, sobre cada uno de los desheredados e infelices, a los que se les ha robado el presente, de los excluidos y abandonados a los que se les niega el futuro, de los huérfanos y las víctimas de la injusticia a los que no se les permite tener un pasado, descienda la bendición de Dios encarnada en Jesucristo: «El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz» (Nm 6,24-26).


Esta bendición se cumplió plenamente en la Virgen María, puesto que ninguna otra criatura ha visto brillar sobre sí el rostro de Dios como ella, que dio un rostro humano al Hijo del Padre eterno; a quien podemos ahora contemplar en los sucesivos momentos gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de su vida, como recordamos en el rezo del Rosario. Con Cristo y María, permanezcamos en Dios. En efecto, «si queremos ser cristianos, tenemos que ser marianos, es decir, hay que reconocer la relación esencial, vital y providencial que une a la Virgen con Jesús, y que nos abre el camino que nos lleva a él» (Pablo VI, Homilía en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, Cagliari, 24 abril 1970). De este modo, cada vez que recitamos el Rosario, en este lugar bendito o en cualquier otro lugar, el Evangelio prosigue su camino en la vida de cada uno, de las familias, de los pueblos y del mundo.


Peregrinos con María... ¿Qué María? ¿Una maestra de vida espiritual, la primera que siguió a Cristo por el «camino estrecho» de la cruz dándonos ejemplo, o más bien una Señora «inalcanzable» y por tanto inimitable? ¿La «Bienaventurada porque ha creído» siempre y en todo momento en la palabra divina (cf. Lc 1,45), o más bien una «santita», a la que se acude para conseguir gracias baratas? ¿La Virgen María del Evangelio, venerada por la Iglesia orante, o más bien una María retratada por sensibilidades subjetivas, como deteniendo el brazo justiciero de Dios listo para castigar: una María mejor que Cristo, considerado como juez implacable; más misericordiosa que el Cordero que se ha inmolado por nosotros?


Cometemos una gran injusticia contra Dios y su gracia cuando afirmamos en primer lugar que los pecados son castigados por su juicio, sin anteponer —como enseña el Evangelio— que son perdonados por su misericordia. Hay que anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios siempre se realiza a la luz de su misericordia. Por supuesto, la misericordia de Dios no niega la justicia, porque Jesús cargó sobre sí las consecuencias de nuestro pecado junto con su castigo conveniente. Él no negó el pecado, pero pagó por nosotros en la cruz. Y así, por la fe que nos une a la cruz de Cristo, quedamos libres de nuestros pecados; dejemos de lado cualquier clase de miedo y temor, porque eso no es propio de quien se siente amado (cf. 1 Jn 4,18). «Cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. [...] Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización» (Exhort. Ap. Evangelii gaudium, 288). Que seamos, con María, signo y sacramento de la misericordia de Dios que siempre perdona, perdona todo.


Llevados de la mano de la Virgen Madre y ante su mirada, podemos cantar con alegría las misericordias del Señor. Podemos decir: Mi alma te canta, oh Señor. La misericordia que tuviste con todos tus santos y con todo tu pueblo fiel la tuviste también conmigo. Oh Señor, por culpa del orgullo de mi corazón, he vivido distraído siguiendo mis ambiciones e intereses, pero sin conseguir ocupar ningún trono. La única manera de ser exaltado es que tu Madre me tome en brazos, me cubra con su manto y me ponga junto a tu corazón. Que así sea.


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Una vez terminada la bendición de las velas en la Capilla de las Apariciones del Santuario de Nuestra Señora de Fátima y después del rezo del Rosario , encabezado por el Santo Padre, el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin presidió la Santa Misa en la Vigilia Mariana de la solemnidad del 13 de mayo.


«Con María, peregrino en la esperanza y en la paz»

HOMILÍA DEL CARDENAL PAROLIN
EN LA EUCARISTÍA DE LA VIGILIA

Fátima, 12 de mayo de 2017


Queridos peregrinos de Fátima:


Llenos de alegría y gratitud, nos hemos reunido en este Santuario que conserva la memoria de las apariciones de la Virgen a los tres pastorcillos, uniéndonos a la multitud de peregrinos que durante estos cien años ha llegado hasta aquí para manifestar su confianza en la Madre del Cielo. Esta Eucaristía la celebramos en honor a su Corazón Inmaculado. En la primera lectura, hemos oído cómo el pueblo exclamaba: «Has evitado nuestra ruina y te has portado rectamente ante nuestro Dios» (Jdt 13,20). Son palabras de elogio y agradecimiento que la ciudad de Betulia dirige a Judit, su heroína, porque «el Señor, el Dios que creó el cielo y la tierra [...] te ha guiado hasta cortar la cabeza al jefe de nuestros enemigos» (Jdt 13,18). Sin embargo, estas palabras encuentran su plena realización en la Inmaculada Virgen María, que, gracias a su descendencia ―Cristo el Señor― ha sido capaz de «aplastarle la cabeza» (cf. Gn 3,15) a «la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; […] se llenó de ira […] contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús» (Ap 12,9.17).


Como una madre que se preocupa por las tribulaciones de sus hijos, ella se apareció aquí con un mensaje de consuelo y de esperanza para la humanidad en guerra y para la Iglesia que sufre: «Al final, mi Corazón Inmaculado triunfará» (Aparición, julio de 1917). En otras palabras: «Tened confianza. Al final, el amor y la paz vencerán, porque la misericordia de Dios es más fuerte que el poder del mal. Lo que parece imposible para los hombres es posible para Dios». Y la Virgen nos invita a alistarnos en esta lucha de su divino Hijo, especialmente rezando cada día el Rosario por la paz en el mundo. Pues, aunque todo depende de Dios y de su gracia, tenemos que actuar como si todo dependiera de nosotros, pidiendo a la Virgen María que el corazón de las personas, el hogar de las familias, el camino de los pueblos y el alma fraterna de toda la humanidad estén consagrados a ella y puestos bajo su protección y guía. Ella quiere que la gente se le entregue. «Si hacéis lo que yo os digo se salvarán muchas almas y tendrán paz» (Aparición, julio de 1917). Al final, quien vencerá a la guerra es un corazón: el Corazón de la Madre obtendrá la victoria al frente de millones de hijos e hijas suyas.


Esta noche damos gracias y alabanzas a la Santísima Trinidad porque muchos hombres y mujeres se han adherido a esta misión de paz que se le ha confiado a la Virgen Madre. De Oriente a Occidente, el amor del Corazón Inmaculado de María se ha ganado un lugar en el corazón de los pueblos como fuente de esperanza y de consuelo. Se convocó el Concilio Vaticano II para renovar la faz de la Iglesia, mostrándose sustancialmente como el Concilio del amor. Los pueblos, los obispos, el Papa escucharon los ruegos de la Madre de Dios y de los hombres: el mundo entero fue consagrado a ella. Por todas partes se crean grupos y comunidades de creyentes que, despertando de la apatía del pasado, se esfuerzan ahora en mostrar al mundo el verdadero rostro del cristianismo.


«Si hacéis lo que yo os digo tendréis paz». Es cierto que, cien años después de las apariciones, «si hoy a muchos ―como dice el Papa Francisco― la paz les parece de alguna manera un bien que se da por descontado, casi un derecho adquirido al que no se le presta demasiada atención, para demasiadas personas esa paz es todavía una simple ilusión lejana. Millones de personas viven hoy en medio de conflictos sin sentido. Incluso en aquellos lugares que en otro tiempo se consideraban seguros se advierte un sentimiento general de miedo. Con frecuencia nos sentimos abrumados por las imágenes de muerte, por el  dolor de los inocentes que imploran ayuda y consuelo, por el luto del que llora a un ser querido a causa del odio y de la violencia, por el drama de los refugiados que escapan de la guerra o de los emigrantes que perecen trágicamente» (Discurso al Cuerpo diplomático, 9 enero 2017). En medio de toda esta preocupación e incertidumbre sobre el futuro, ¿qué es lo que nos pide Fátima? Perseverar en la consagración al Corazón Inmaculado de María, rezando cada día el Rosario. ¿Y si, a pesar de la oración, las guerras persisten? Aunque no se vean inmediatamente los resultados, perseveremos en la oración; nunca es inútil. Tarde o temprano dará fruto. La oración es un tesoro que está en las manos de Dios y que él hace que se multiplique según sus tiempos y sus planes, muy distintos a los nuestros.


En el salmo responsorial hemos recitado el cántico del Magnificat, en el que destaca el contraste entre la «gran» historia de las naciones y sus conflictos: la historia de los grandes y poderosos con su propia cronología y geografía del poder, y la «pequeña» historia de los pobres, los humildes y los débiles. Estos están llamados a luchar en favor de la paz con otra fuerza, con otros medios, aparentemente inútiles o ineficaces, como son la conversión, la oración reparadora, la consagración. Es una llamada para que detengamos el avance del mal entrando en el océano del Amor divino como resistencia ―y no rendición― frente a la banalidad y fatalidad del mal.


¿Qué tenemos que hacer? Permitidme que os lo explique con un ejemplo (cf. Eloy Bueno de la Fuente, A Mensagem de Fátima. A misericórdia de Deus: o triunfo do amor nos dramas da história, 22014, 235-237): cuando recibimos un billete falso, una reacción espontánea, e incluso se podría considerar lógica, sería la de dárselo a otra persona. Esto nos enseña cómo todos estamos propensos a caer en una lógica perversa que nos domina y empuja a propagar el mal. Si actúo de acuerdo con esta lógica, mi situación cambia: cuando me dieron el billete falso, yo era una víctima inocente; el mal de los demás cayó sobre mí. En cambio, desde el momento en que yo paso conscientemente el billete falso a otro, ya no soy inocente: me he dejado vencer por la fuerza y la seducción del mal, provocando una nueva víctima; me he convertido en transmisor del mal, me he hecho responsable y culpable. La alternativa consiste en detener el avance del mal; pero eso sólo se puede hacer si se paga un precio, es decir, quedándome yo con el billete falso y librando así a la otra persona de la propagación del mal.
Esta reacción es la única que puede frenar y vencer el mal. Los seres humanos consiguen esta victoria cuando son capaces de realizar un sacrificio que se convierte en una reparación; Cristo la lleva a cabo, mostrando que su forma de amar es la misericordia. Ese exceso de amor lo vemos en la cruz de Jesús: carga con el odio y la violencia que caen sobre él, sin insultar ni amenazar con la venganza, sino perdonando, mostrando que existe un amor más grande. Sólo él puede hacer esto, cargando sobre él ―por así decirlo― el «billete falso». Su muerte es la victoria sobre el mal desatado por sus verdugos, que somos todos nosotros: Jesús crucificado y resucitado es nuestra paz y nuestra reconciliación (cf. Ef 2,14; 2 Co 5,18).


«Has evitado nuestra ruina y te has portado rectamente ante nuestro Dios»: rezamos así, en esta noche de vigilia, como un inmenso pueblo en marcha siguiendo los pasos de Jesucristo resucitado, iluminándonos mutuamente, tirando unos de otros, apoyándonos en la fe en Cristo Jesús. De María han escrito los santos Padres que concibió a Jesús primero en la fe y después en la carne, cuando dijo «sí» a la llamada que Dios le dirigió a través del Ángel. Pero, lo que ocurrió de una manera única en la Virgen Madre se realiza espiritualmente en nosotros cada vez que escuchamos la Palabra de Dios y la ponemos en práctica, según nos pide el Evangelio (cf. Lc 11,28). Con la generosidad y la fortaleza de María, ofrezcamos nuestro cuerpo a Jesús para que siga viviendo entre los hombres; ofrezcámosle nuestras manos para acariciar a los pequeños y pobres; nuestros pies para ir al encuentro de los hermanos; nuestros brazos para sostener a los que son débiles y trabajar en la viña del Señor; nuestra mente para pensar y realizar proyectos iluminados por el Evangelio; y sobre todo nuestro corazón para amar y tomar decisiones de acuerdo con la voluntad de Dios.


Que así nos modele la Virgen Madre, estrechándonos en su Corazón Inmaculado, como hizo con Lucía y los beatos Francisco y Jacinta Marto. En este centenario de las apariciones, agradecidos por el regalo que el acontecimiento, el mensaje y el santuario de Fátima han representado para este siglo, unimos nuestras voces a la de la Virgen Santa: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, [...] porque ha mirado la humildad de su esclava [...]; y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación» (Lc 1,46-50).


Sábado 13 de mayo de 2017


Encuentro con el Primer Ministro de Portugal


Esta mañana, a las 9:10 horas, en una sala de la Casa “Nossa Senhora do Carmo”, el Santo Padre Francisco ha encontrado al Primer Ministro de Portugal António Luís Santos da Costa. Terminado el encuentro y después de haber saludado al personal, se ha despedido de la Casa para trasladarse a la Basílica de “Nuestra Señora del Santo Rosario” de Fátima para la celebración eucarística durante la cual tiene lugar la canonización de los beatos Francisco y Jacinta Marto.
 

Esta mañana, a las 10.00, Solemnidad de la Bienaventurada Virgen María de Fátima, el Santo Padre FRANCISCO ha celebrado en la plaza del Santuario la Santa Misa en la ocasión del centenario de las apariciones durante la cual ha canonizado a los beatos Francisco Marto y Jacinta Marto. Estaban presentes en la celebración eucarística los Presidentes de la República de Portugal, de Paraguay y de Santo Tomé y Príncipe, a los que el Papa ha saludado al final de la ceremonia.


SANTA MISA CON EL RITO DE CANONIZACIÓN
DE LOS BEATOS FRANCISCO MARTO Y JACINTA MARTO

HOMILÍA DEL SANTO PADRE

Atrio del Santuario de Fátima
Sábado 13 de mayo de 2017


«Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol», dice el vidente de Patmos en el Apocalipsis (12,1), señalando además que ella estaba a punto de dar a luz a un hijo. Después, en el Evangelio, hemos escuchado cómo Jesús le dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» (Jn 19,27). Tenemos una Madre, una «Señora muy bella», comentaban entre ellos los videntes de Fátima mientras regresaban a casa, en aquel bendito 13 de mayo de hace cien años. Y, por la noche, Jacinta no pudo contenerse y reveló el secreto a su madre: «Hoy he visto a la Virgen». Habían visto a la Madre del cielo. En la estela de luz que seguían con sus ojos, se posaron los ojos de muchos, pero…estos no la vieron. La Virgen Madre no vino aquí para que nosotros la viéramos: para esto tendremos toda la eternidad, a condición de que vayamos al cielo, por supuesto.


Pero ella, previendo y advirtiéndonos sobre el peligro del infierno al que nos lleva una vida ―a menudo propuesta e impuesta― sin Dios y que profana a Dios en sus criaturas, vino a recordarnos la Luz de Dios que mora en nosotros y nos cubre, porque, como hemos escuchado en la primera lectura, «fue arrebatado su hijo junto a Dios» (Ap 12,5). Y, según las palabras de Lucía, los tres privilegiados se encontraban dentro de la Luz de Dios que la Virgen irradiaba. Ella los rodeaba con el manto de Luz que Dios le había dado. Según el creer y el sentir de muchos peregrinos —por no decir de todos—, Fátima es sobre todo este manto de Luz que nos cubre, tanto aquí como en cualquier otra parte de la tierra, cuando nos refugiamos bajo la protección de la Virgen Madre para pedirle, como enseña la Salve Regina, «muéstranos a Jesús».


Queridos Peregrinos, tenemos una Madre, tenemos una Madre! Aferrándonos a ella como hijos, vivamos de la esperanza que se apoya en Jesús, porque, como hemos escuchado en la segunda lectura, «los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo» (Rm 5,17). Cuando Jesús subió al cielo, llevó junto al Padre celeste a la humanidad ―nuestra humanidad― que había asumido en el seno de la Virgen Madre, y que nunca dejará. Como un ancla, fijemos nuestra esperanza en esa humanidad colocada en el cielo a la derecha del Padre (cf. Ef 2,6). Que esta esperanza sea el impulso de nuestra vida. Una esperanza que nos sostenga siempre, hasta el último suspiro.


Con esta esperanza, nos hemos reunido aquí para dar gracias por las innumerables bendiciones que el Cielo ha derramado en estos cien años, y que han transcurrido bajo el manto de Luz que la Virgen, desde este Portugal rico en esperanza, ha extendido hasta los cuatro ángulos de la tierra. Como un ejemplo para nosotros, tenemos ante los ojos a san Francisco Marto y a santa Jacinta, a quienes la Virgen María introdujo en el mar inmenso de la Luz de Dios, para que lo adoraran. De ahí recibían ellos la fuerza para superar las contrariedades y los sufrimientos. La presencia divina se fue haciendo cada vez más constante en sus vidas, como se manifiesta claramente en la insistente oración por los pecadores y en el deseo permanente de estar junto a «Jesús oculto» en el Sagrario.


En sus Memorias (III, n.6), sor Lucía da la palabra a Jacinta, que había recibido una visión: «¿No ves muchas carreteras, muchos caminos y campos llenos de gente que lloran de hambre por no tener nada para comer? ¿Y el Santo Padre en una iglesia, rezando delante del Inmaculado Corazón de María? ¿Y tanta gente rezando con él?». Gracias por haberme acompañado. No podía dejar de venir aquí para venerar a la Virgen Madre, y para confiarle a sus hijos e hijas. Bajo su manto, no se pierden; de sus brazos vendrá la esperanza y la paz que necesitan y que yo suplico para todos mis hermanos en el bautismo y en la humanidad, en particular para los enfermos y los discapacitados, los encarcelados y los desocupados, los pobres y los abandonados. Queridos hermanos: pidamos a Dios, con la esperanza de que nos escuchen los hombres, y dirijámonos a los hombres, con la certeza de que Dios nos ayuda.


En efecto, él nos ha creado como una esperanza para los demás, una esperanza real y realizable en el estado de vida de cada uno. Al «pedir» y «exigir» de cada uno de nosotros el cumplimiento de los compromisos del propio estado (Carta de sor Lucía, 28 de febrero de 1943), el cielo activa aquí una auténtica y precisa movilización general contra esa indiferencia que nos enfría el corazón y agrava nuestra miopía. No queremos ser una esperanza abortada. La vida sólo puede sobrevivir gracias a la generosidad de otra vida. «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24): lo ha dicho y lo ha hecho el Señor, que siempre nos precede. Cuando pasamos por alguna cruz, él ya ha pasado antes. De este modo, no subimos a la cruz para encontrar a Jesús, sino que ha sido él el que se ha humillado y ha bajado hasta la cruz para encontrarnos a nosotros y, en nosotros, vencer las tinieblas del mal y llevarnos a la luz.


Que, con la protección de María, seamos en el mundo centinelas que sepan contemplar el verdadero rostro de Jesús Salvador, que brilla en la Pascua, y descubramos de nuevo el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es misionera, acogedora, libre, fiel, pobre de medios y rica de amor.


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Saludo a los enfermos al final de la Santa Misa de canonización


Al final de la Santa Misa para la canonización de los beatos Francisco Marto y Jacinta Marto, el Santo Padre FRANCISCO ha bendecido a los enfermos presentes. Después de la bendición final y del saludo del Obispo de Leiria-Fátima, S.E. Mons. António Augusto dos Santos Marto, el Papa ha entregado un don. Sucesivamente ha ido a la Casa “Nossa Senhora do Carmo” para almorzar con los Obispos de Portugal y los miembros del Séquito Papal.


SALUDO DEL SANTO PADRE A LOS ENFERMOS
AL FINAL DE LA MISA

Atrio del Santuario, Fátima
Sábado 13 de mayo de 2017


Queridos hermanos y hermanas enfermos.


Como dije en la homilía, el Señor nos precede siempre: cuando atravesamos por alguna cruz, él ya ha pasado antes. En su Pasión, cargó con nuestros sufrimientos. Jesús sabe lo que significa el sufrimiento, nos comprende, nos consuela y nos da fuerza, como hizo con san Francisco Marto y santa Jacinta, y con los santos de todas las épocas y lugares. Pienso en el apóstol Pedro, en cómo la Iglesia entera rezaba por él mientras estaba encadenado en la prisión de Jerusalén. Y el Señor lo consoló. Este es el misterio de la Iglesia: la Iglesia pide al Señor que consuele a los afligidos y él os consuela, incluso de manera oculta; os consuela en la intimidad del corazón y os consuela dándoos fortaleza.


Queridos peregrinos, ante nuestros ojos tenemos a Jesús invisible pero presente en la Eucaristía, así como tenemos a Jesús oculto pero presente en las llagas de nuestros hermanos y hermanas enfermos y atribulados. En el altar, adoramos la carne de Jesús; en ellos, descubrimos las llagas de Jesús. El cristiano adora a Jesús, el cristiano busca a Jesús, el cristiano sabe reconocer las llagas de Jesús. Hoy, la Virgen María nos repite a todos nosotros la pregunta que hizo, hace cien años, a los pastorcillos: «¿Queréis ofreceros a Dios?». La respuesta: «¡Sí, queremos!», nos ofrece la oportunidad de entender e imitar su vida. Ellos la vivieron con todo lo que conlleva de alegría y sufrimiento, en una actitud de ofrecimiento al Señor.


Queridos enfermos, vivid vuestra vida como una gracia y decidle a Nuestra Señora, como los pastorcillos, que queréis ofreceros a Dios con todo el corazón. No os consideréis solamente como unos destinatarios de la solidaridad caritativa, sino sentíos partícipes a pleno título de la vida y misión de la Iglesia. Vuestra presencia silenciosa, pero más elocuente que muchas palabras, vuestra oración, el ofrecimiento diario de vuestros sufrimientos, en unión con los de Jesús crucificado por la salvación del mundo, la aceptación paciente y hasta alegre de vuestra condición son un recurso espiritual, un patrimonio para toda comunidad cristiana. No tengáis vergüenza de ser un tesoro valioso de la Iglesia.


Jesús va a pasar cerca de vosotros en el Santísimo Sacramento para manifestaros su cercanía y su amor. Confiadle vuestro dolor, vuestros sufrimientos, vuestro cansancio. Contad con la oración de la Iglesia que, por vosotros y con vosotros, se eleva al cielo desde todas partes. Dios es Padre y nunca os olvida.


Para concluir la Peregrinación al Santuario de Fátima del Papa FRANCISCO; aproximadamente a las 14.45 horas se llevará a cabo la Ceremonia de despedida en la Base Aérea de Monte Real.


* Ceremonia de despedida en la Base Aérea de Monte Real


Al dejar la Casa “Nossa Senhora do Carmo” di Fátima, el Santo Padre FRANCISCO se ha trasladado en auto a la Base Aérea de Monte Real para la ceremonia de despedida de Portugal.


A Su arribo, a las 15.15 horas, el Papa fue recibido por el Presidente de la República, Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa, en el edificio de la Torre de Control. En la ceremonia de despedida estuvieron presentes cerca de 700 fieles.


El Santo Padre subió a bordo de un A320/TAP que despegó a las 15.50 para regresar a Italia.


El aterrizaje al Aeropuerto Ciampino de Roma está previsto para las 19.45 horas.


[*Traducción del original italiano por http://catolicidad.blogspot.mx]


Telegrama al Presidente de la República de Portugal


Inmediatamente después de la partida en avión de Monte Real, el Papa FRANCISCO ha enviado al Presidente de la República de Portugal el siguiente mensaje telegráfico:


A SU EXCELENCIA MARCELO REBELO DE SOUSA
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE PORTUGAL
LISBOA


AL DEJAR PORTUGAL, DESEO EXPRESARLE MI SENTIDA GRATITUD A VUESTRA EXCELENCIA Y A TODO EL AMADO PUEBLO PORTUGUÉS POR SU CALUROSA BIENVENIDA Y HOSPITALIDAD. ASEGURÁNDOLES MIS ORACIONES, INVOCO SOBRE LA NACIÓN LAS DIVINAS BENDICIONES DE PAZ Y ALEGRÍA.



FRANCISCUS PP.


[*Traducción del telegrama del original inglés por http://catolicidad.blogspot.mx]


Telegramas a los Jefes de Estado


Durante el viaje de avión de Portugal a Roma,  durante el cual se han sobrevolado España, Francia e Italia, el Santo Padre FRANCISCO ha enviado a los respectivos Jefes de Estado los siguientes mensajes telegráficos:


España


A SU MAJESTAD  EL REY FELIPE VI
REINO DE ESPAÑA
MADRID

 

AL REGRESAR DE MI VISITA PASTORAL A PORTUGAL, DESEO RENOVAR A VUESTRA MAJESTAD Y AL  PUEBLO ESPAÑOL  LA SEGURIDAD DE MIS ORACIONES Y  MIS MEJORES DESEOS PARA TODOS.
 

FRANCISCUS PP.


Francia


A SU EXCELENCIA, FRANCOIS HOLLANDE
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA
PARIS

 

AL REGRESAR DE MI VISITA PASTORAL A PORTUGAL, DESEO RENOVAR LE, AL IGUAL QUE A SUS COMPATRIOTAS  LA  SEGURIDAD DE MIS ORACIONES Y  MIS MEJORES DESEOS PARA FRANCIA Y TODO SU PUEBLO.
 

                                                                                  FRANCISCUS PP.


Italia


A SU EXCELENCIA
HON. SERGIO MATTARELLA
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ITALIANA
PALACIO DEL QUIRINAL 00187 ROMA

 

AL REGRESO  DE PORTUGAL DESPUÉS DE MI  PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO DE FÁTIMA DONDE HE ENCONTRADO TAMBIÉN A ENFERMOS DE DIVERSOS PAÍSES ENTRE LOS CUALES  UNA NUTRIDA REPRESENTACIÓN DEL QUERIDO PUEBLO ITALIANO, LE ENVIO, SEÑOR PRESIDENTE, MI CORDIAL SALUDO Y MIENTRAS  RECUERDO CON VIVO RECONOCIMIENTO AL SEÑOR ESTA SIGNIFICATIVA EXPERIENCIA ESPIRITUAL PIENSO  CON GRATITUD EN AQUELLOS QUE TAMBIÉN EN ITALIA CON SU PROFESIONALISMO Y DEDICACIÓN PRESTAN UN VALIOSO SERVICIO A LOS ENFERMOS Y A LOS QUE SUFREN. CON TALES SENTIMIENTOS  LE ASEGURO UNA ORACIÓN ESPECIAL POR EL BIEN Y LA CONCORDIA DE LA AMADA NACIÓN ITALIANA A LA QUE  IMPARTO MI BENDICIÓN

 

FRANCISCUS PP.


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En el vuelo de regreso, al final de la peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, con motivo del  centenario de las apariciones de la Bienaventurada Virgen María en la Cova da Iria, el Santo Padre FRANCISCO habló con los periodistas que lo acompañaban en el avión durante una rueda de prensa, cuya transcripción reproducimos a continuación.


Greg Burke: Gracias Santidad, han sido 24 horas muy intensas, 24 horas dedicadas a la Virgen. Los portugueses se han emocionado cuando Usted ha dicho: "Tenemos una Madre”.  Usted lo siente de una forma especial. Hace 100 años la Virgen no se  apareció a tres periodistas importantes, sino a tres pastorcitos. Pero hemos visto cómo ellos  con su simplicidad y  su santidad consiguieron llevar ese mensaje a todo el mundo. Los periodistas también hacen llegar un mensaje y se ve teniendo en cuenta el número de países de donde vienen: tienen mucha curiosidad por este viaje. Si quiere decir algo antes…


Papa FRANCISCO: Ante todo buenas tardes. Gracias. Quisiera responder el mayor número de preguntas posibles, así nos damos más prisa . Me disgusta que cuando estamos a mitad me vengan a decir que es tiempo de comer algo… pero vamos a hacer las dos cosas a la vez. Gracias.


Greg Burke: Bien, comenzamos con el grupo portugués, con Fátima Ferreira de la Radio Televisión Portuguesa.


Fátima Campos Ferreira: Que no sé que me parece quedarme sentada frente al Santo Padre.  Bueno. primero, muchas gracias por su viaje. Santo Padre, ha venido a Fátima como peregrino, para canonizar a Francisco y Jacinta en el año  enque se cumplen los 100 años de las apariciones. Desde este punto histórico, ¿qué queda ahora para la Iglesia y para el mundo entero? Después, Fátima tiene un mensaje de paz. Santo Padre, va a recibir en Vaticano los próximos días - el 24 de mayo-  al Presidente norteamericano Donald Trump. ¿Qué puede esperar el mundo de este encuentro y que espera también el Santo Padre de este encuentro? Muchas gracias.


Papa FRANCISCOQue Fátima tiene un mensaje de paz, ciertamente. Y llevado a la humanidad por tres grandes comunicadores que tenían menos de 13 años. Lo cual es interesante. Que vine como peregrino, sí. Que la canonización fue una cosa que al principio no estaba planeada, porque el proceso del milagro estaba en marcha pero de golpe las pericias dieron todas positivas y se aceleró…así que se juntaron las cosas. Para mí fue una felicidad muy grande. ¿Qué puede esperar el mundo? Paz. ¿Y de que voy a hablar yo de aquí en adelante con quien sea? De la paz.


Fátima Campos Ferreira: ¿ Y qué queda ahora en este momento histórico para la Iglesia y para el mundo?


Papa FRANCISCO: Mensaje de paz. Y quisiera decir una cosa que me tocó el corazón. Antes de embarcarme recibí a unos científicos de varias religiones que estaban haciendo estudios en el Observatorio Vaticano de Castel Gandolfo.  Incluso agnósticos y ateos. Y un ateo me dijo:  “Yo soy ateo”; no me dijo de que etnia era, ni de qué lugar venía. Hablaba en inglés, así que no supe, y no le pregunté. “Le pido un favor: digále a los cristianos que amen más a los musulmanes”. Eso es un  mensaje de paz’.


Fátima Ferreira: ¿Eso es lo que va a decir a Trump?


Papa FRANCISCO: (sonríe)


Greg Burke: Y ahora Aura Miguel


Aura Miguel: ¿Puedo hacer la pregunta en portugués o italiano?


Papa FRANCISCO: Mejor en italiano


Aura Miguel: Santidad, en Fátima, usted se ha presentado como “el obispo vestido de blanco”. Hasta ahora esta expresión se aplicaba, sobre todo,  a la visión de la tercera parte del secreto, a San Juan Pablo II, y a los mártires del siglo XX. ¿Qué significa ahora su identificación con esta expresión?


Papa FRANCISCO: Si, en la oración. La oración no la escribí yo sino el Santuario. Pero yo también me he preguntado ¿por qué han dicho eso? Y hay una relación con el blanco. El obispo vestido de blanco, la Virgen vestida de blanco, la vestidura blanca de la inocencia de los niños después  del bautismo…Hay una relación, en esa oración, con el color blanco. Creo que, -porque no la escribí yo-, literariamente han intentado  expresar con el blanco  ese deseo de inocencia, de paz : inocencia, no hacer daño al otro,  no hacer la guerra…


Aura Miguel : ¿Hay alguna revisión de la  interpretación de las visiones del secreto?


Papa FRANCISCO: No, aquella visión… Creo que el entonces Cardenal Ratzinger, entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo haya explicado todo claramente. Gracias.


Greg Burke: La próxima pregunta es de Claudio Lavagna de la NBC, aquí a la derecha.


Claudio Lavagna (NBC): Santo Padre, buenas tardes.  Usted pidió ayer a los fieles que derribasen todos los muros y el próximo 24 de mayo se encontrará con un Jefe de Estado que amenaza con construirlos:  es algo contrario a su palabra, pero también él –parece- que tenga  opiniones diferentes de las suyas  sobre  otras cuestiones como la necesidad de actuar ante el calentamiento global o la acogida de los emigrantes. En vísperas de este encuentro: ¿Qué opinión tiene Usted sobre las políticas que ha adoptado el Presidente Trump hasta ahora sobre estos temas? y ¿Qué se espera del encuentro con un Jefe de Estado que parece actuar y pensar al contrario de Usted?


Papa FRANCISCO: La primera pregunta es , -pero puedo responder también  a las dos-  Yo nunca hago un juicio sobre una persona sin escucharla.  Creo que no deba hacerlo. En el diálogo entre nosotros saldrán  las cosas. Yo diré lo que pienso , el dirá lo que piensa. Pero yo nunca, nunca  he querido hacer un juicio sin escuchar a la persona. Y la segunda es lo que pienso….


Claudio Lavagna (NBC): ¿Qué piensa en particular sobre temas como el de la acogida a los migrantes?


Papa FRANCISCO: Siempre hay puertas que no están cerradas.  Hay que buscar  las  puertas que al menos están entreabiertas  para entrar a hablar sobre las cosas comunes, e ir adelante. Paso a paso. La paz es artesanal:  se hace día a día. También la amistad, entre las personas, el conocimiento mutuo, la estima es artesanal, se hace día  tras día. El respeto del otro, decir lo que se piensa, pero con respeto, caminar juntos. Uno  piensa de una manera: decir eso, ser muy sincero con lo que uno piensa.


Claudio Lavagna: Usted espera que  ablande su decisión después de…


Papa FRANCISCO: Ese un cálculo político que no me permito hacer. También en el plano religioso no soy proselitista. Gracias


Greg Burke: Gracias Santidad, ahora Elisabetta Piqué


Elisabetta Piqué (La Nación): Gracias, antes que nada, por   este viaje breve y muy intenso. Queríamos preguntarle: hoy se cumplen  100 años de las apariciones de la Virgen en Fátima, pero también se celebra el aniversario de un hecho importante de su vida sucedido hace 25 años cuando el nuncio Calabresi le dijo que sería obispo auxiliar de Buenos Aires, un hecho que significaba el fin de su exilio en Córdoba y un gran cambio en su vida. La pregunta es: ¿Ha unido alguna vez  este hecho que cambió su vida  on la Virgen de Fátima? Y si en estos días que ha rezado ante ella ha pensado en esto y qué nos puede contar. Gracias.


Papa FRANCISCO: Las mujeres lo saben todo (ríe). Nunca he pensado en una coincidencia. Solo ayer cuando rezaba ante la Virgen, me he acordado de que un 13 de mayo recibí la llamada telefónica del Nuncio hace 25 años. Sí. No se…  dije: ¡Vaya! Hablé con la Virgen un poco de esto y le pedí perdón por todos mis errores, y también un poco de mi mal gusto para elegir a las personas (ríe). Pero ayer me acordé.


Greg Burke: Nicolas Seneze de La Croix:


Nicolas Seneze: Volvemos de Fátima, por la cual la Fraternidad San Pío X tiene una gran devoción. Se habla mucho de un acuerdo que debería hacerse oficial entre la Fraternidad y la Iglesia. Algunos han pensado incluso que el anuncio se podría dar hoy. Usted,  Santidad , ¿piensa que este acuerdo será posible en breve? ¿Cuáles son  todavía los obstáculos? ¿Cuál es para usted el sentido de esta reconciliación? ¿Será el retorno triunfal de fieles que demuestran que significa ser realmente católico u otra cosa?


Papa FRANCISCO: Yo descartaría cualquier  forma de triunfalismo ¿no? Hace algunos días, en la “Feria cuarta” de la Congregación para la Doctrina de la Fe - la llaman así, “feria cuarta” porque se hace los miércoles-  , estudió un documento  que todavía no me ha llegado; el estudio del documento. Esto es lo primero.  En segundo lugar: las relaciones actuales son fraternales. El año pasado di la licencia para la confesión a todos ellos también una forma de jurisdicción para el matrimonio. Pero antes,  también, los casos, los problemas que deben resolverse en la Congregación para la Doctrina de la fe, la misma Congregación los resolvía, como los casos de  abusos… Los casos de abusos nos los trasladaban a nosotros, y también en la Penitenciaría, también la reducción al estado laical de un sacerdote nos la pasan a nosotros… Son relaciones fraternales.Con Mons. Fellay tenemos una buena relación, hemos hablado algunas veces. No me gusta apresurar las cosas…, caminar, caminar…, y luego ya veremos. Para mí no es un problema de vencedores o de derrotados. Es un problema de hermanos que deben caminar juntos buscando la forma de dar pasos adelante.


Greg Burke: Gracias, Santidad. Ahora Tassilo Forcheimer (ARD):


Tassilo Forcheimer: Santo Padre, con motivo del aniversario de la Reforma, los cristianos evangélicos y católicos ¿pueden recorrer  otro tramo del camino juntos? ¿Habrá la posibilidad de celebrar la misma mesa eucarística? Hace algunos meses, el Cardenal Kasper dijo que se podría dar un paso adelante durante este año.


Papa FRANCISCO: Se han dado grandes pasos hacia adelante. Pensamos en la primera Declaración sobre la justificación, desde ese momento no se ha parado el camino.  El viaje en Suecia ha sido muy significativo porque fue propiamente el inicio ( de las celebraciones) y también una conmemoración con Suecia. También allí , significativo para el ecumenismo del camino, esto es, caminar juntos con la oración, con el martirio, con las obras de caridad y de misericordia. Y  ahí la Cáritas luterana y la Cáritas católica han hecho un acuerdo para trabajar juntas y esto es un gran paso. Pero siempre se esperan  pasos. Y Usted  sabe que Dios es el Dios de las sorpresas. Nunca debemos detenernos, siempre avanzar. Orar juntos, testimoniar juntos, hacer las obras de misericordia juntos,  que es anunciar la caridad de Jesucristo, anunciar que Jesucristo es el Señor, el único Salvador y que la Gracia solamente viene de Él.En este camino los teólogos seguirán estudiando, pero el camino se debe recorrer. Con  el corazón abierto a las sorpresas.


Greg Burke: Gracias, Santidad. Ahora Mimmo Muolo de Avvenire


Mimmo Muolo: Buenas tardes, Santidad. Una pregunta en nombre del grupo italiano. Ayer y hoy en Fátima hemos visto un gran testimonio de fe popular junto a Usted; la misma que se encuentra, por ejemplo,  en otros santuarios marianos como en Medjugorje, ¿Qué piensa de aquella apariciones -si es que las ha habido-  y del fervor religioso que han suscitado, ya que ha decidido nombrar un obispo delegado para los aspectos pastorales? Y si puedo permitirme una segunda pregunta  que se le interesa mucho, como a nosotros, los italianos ¿Qué piensa de las ONGs que han sido  acusadas de colusión con los traficantes de personas?


Papa FRANCISCO: Comienzo con la segunda, he leído en el periódico de esta mañana, que había este problema, pero aún no conozco los detalles. Por lo tanto no puedo opinar. Sé que hay un problema y que las investigaciones avanzan. Espero que sigan y que salga a la luz  toda la verdad. La primera: Medjugorje: Todas las apariciones o las presuntas apariciones pertenecen a la esfera privada, no son parte del magisterio público ordinario de la Iglesia. Medjugorje: Se ha formado una comisión presidida por el Cardenal Ruini, la instituyó Benedicto XVI. Yo, a finales del 2013 o al inicio de 2014 recibí del Cardenal Ruini el resultado. Una comisión de buenos teólogos, obispos, y cardenales. Buenos, buenos. El informe Ruini es muy, muy bueno. Luego había algunas dudas en la Congregación de la Doctrina de la De, y la Congregación ha juzgado oportuno enviar a cada uno de los miembros del congreso de esta  feria cuarta toda la documentación, también las cosas  que parecían  contra el informe Ruini. Yo he recibido la notificación.Recuerdo que era un sábado por la tarde. No me pareció justo: era como sacar a subasta  –perdonen la palabra–el informe Ruini que estaba muy bien hecho. Y el domingo por la mañana el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió  una carta mía, en que le decía que  en lugar de enviarlo a la feria cuarta me envíasen a mí, personalmente,  las opiniones.Estas opiniones han sido  estudiadas y todas subrayan la densidad del informe Ruini. Si, principalmente  se deben distinguir tres cosas. En  las primeras apariciones cuando (los videntes) eran pequeños, el l informe más o menos dice que se debe continuar investigando. Sobre las presuntas apariciones actuales, el informe tiene sus dudas. Yo personalmente soy más “malo”. Prefiero a la Virgen Madre,  a nuestra Madre y no a la Virgen Jefe de Oficina telegráfica, que todos los días envía un mensaje a tal hora… Esta no es la mamá de Jesús.Estas presuntas apariciones no tienen tanto valor. Esto lo digo como opinión personal. Pero el que piensa que la Virgen diga: ‘Venid, que  mañana a esta hora diré un mensaje a ese vidente”; no. (En el informe Runi) se  distinguen las dos apariciones.Y tercero, el centro del informe Ruini es el hecho espiritual, pastoral, gente que va allí y se convierte, gente que encuentra a Dios, que cambia de vida…  Para esto no hay una varita mágica,  y este hecho espiritual, pastoral, no se puede negar. Ahora para ver las cosas con todos estos datos, con las respuestas que me han enviado los teólogos, se ha nombrado a este obispo -bueno, bueno porque tiene experiencia-, para ver cómo va la parte pastoral. Y al final se dirá algo.


Mimmo Muolo: Santidad, gracias también por la bendición a mis paisanos, que se lo agradecen: le han visto y están muy contentos


Papa FRANCISCO: Gracias


Greg Burke: Santidad, ahora si yo puedo ser un poco malo, hemos hecho los grupos con todas las lenguas y son las seis


Papa FRANCISCO: Hay tiempo todavía...

Greg Burke: Hay una pregunta


Papa FRANCISCO: Una o dos


Greg Burke: Joshua McElwe, del National Catholic Reporter.


Joshua Mc Elwee: Gracias, Santo Padre. Mi pregunta: el último miembro de la Comisión para la Defensa de de Menores  de la que abusó un sacerdote  cuando era una niña dimitió en marzo. La señora Marie Collins, dijo que tuvo que dimitir  porque los oficiales del Vaticano no tenían en cuenta los  consejos de la Comisión. Tengo dos preguntas ¿De quién es la responsabilidad y qué está haciendo usted Santo Padre para asegurar que los sacerdotes y los obispos en el Vaticano cumplan sus recomendaciones aconsejadas por su Comisión?


Papa FRANCISCO: Marie Collins me ha explicado bien todo. Yo he hablado con ella, es una mujer valiente. Seguirá trabajando en la formación con los  sacerdotes sobre este punto. Es una mujer valiente que quiere trabajar. Ha formulado esta acusación y tiene algo derazón. ¿Por qué?  Porque hay muchos casos atrasados que se han ido apilando ahí,… Después, en este tiempo se ha tenido que hacer una legislación para esto. ¿Qué deben hacer los obispos diocesanos? Hoy en casi todas las diócesis hay un protocolo para seguir en estos casos: es un proceso grande . Así salen bien los expedientes, después están… esto es un paso. Por otro lado, contamos con poca gente. Necesitamos a más gente capaz de hacer esto, el Secretario de Estado la está buscando, y también Mons. Müller... El otro día fueron admitidos dos o tres más.Se ha cambiado al director de la oficina disciplinaria, que era bueno, muy bueno, pero estaba un poco cansadoy ha regresado a su país para hacer la misma labor en su episcopado. El nuevo es un irlandés, Mons. Kennedy. Una persona muy capaz, muy eficiente, veloz y esto contribuye mucho .Después, hay algo más,  a veces los obispos envían: si el protocolo está bien, rápidamente pasa a la “feria cuarta”. Y la “feria cuarta” estudia y decide. Si el protocolo no está bien, debe darse marcha atrás y rehacerlo.  Por esto se piensa en ayudas continentales, o dos por continente: por ejemplo, en América Latina: uno en Colombia, uno en Brasil, como pretribunales, o tribunales continentales. Pero esto está  en planificación. Y después, está bien: lo estudia  la “feria cuarta” y se retira el estado clerical al sacerdote, que vuelve a la diócesis  y presenta un recurso. Antes el recurso lo estudiaba la misma “feria cuarta” que había dado la sentencia, pero  es injusto.  He creado otro tribunal que tiene como máxima autoridad a una persona indiscutible, el arzobispo de Malta, Monseñor Scicluna, que es uno de los más fuertes  contra los abusos.Y en este segundo tribunal, porque debemos ser justos, el que hace el recurso tiene derecho a tener un defensor. Si este tribunal aprueba la primera sentencia, se cierra el caso. Aunque aún le queda( la posibilidad de escribir una carta )al Papa pidiendo la gracia. Yo jamás he firmado una gracia.Y así es como están las cosas, estamos saliendo adelante Mary Collins en ese aspecto tenía razón; pero nosotros también estábamos en camino.  Hay como 2000 casos acumulados.


Greg Burke: Santidad, ahora tenemos que irnos


Papa FRANCISCO: Pero ¿Quién era esa que esperaba?


Greg Burke: Una portuguesa


Papa FRANCISCO: Pobrecita


Greg Burke: De acuerdo


Joana Haderer (Agencia Lusa): Joana Haderer, “Agencia portoghese Lusa”


Gracias, Santo Padre. Le voy a hablar en español porque es más fácil para mí. Le voy a hacer una pregunta sobre el caso de Portugal, pero creo que se aplica a muchas sociedades occidentales nuestras. En Portugal, casi todos los portugueses se identifican como católicos, casi todos, casi el 90%; pero la forma como la sociedad se organiza, las decisiones que tomamos… muchas veces son contrarias a las orientaciones de la Iglesia. Me refiero al matrimonio de los homosexuales, a la despenalización del aborto. Ahora mismo vamos a empezar a discutir la eutanasia. ¿Cómo ve esto?


Papa FRANCISCO: Yo creo que es un problema político. Y que también la conciencia católica no es una conciencia a veces de pertenencia total a la Iglesia, y que detrás de eso no hay una catequesis matizada, una catequesis humana… O sea, el catecismo de la Iglesia católica es un ejemplo de lo que es una cosa seria y matizada. Creo que es falta de formación y también cultura. Porque es curioso: en algunas otras regiones – pienso en Italia, alguna por América Latina –, que… Son muy católicos, pero son anticlericales… “i mangiapreti”  (comecuras) que (ríe). Es un fenómeno que se da. A veces, eh …


Joana Haderer: ¿Y le preocupa?


Papa FRANCISCO: Claro que me preocupa. Por eso digo a los sacerdotes – lo habrán leído –: “Huyan del clericalismo”. Porque el clericalismo aleja a la gente. “Huyan del clericalismo”, y añado: es una peste en la Iglesia. Pero acá es trabajo también de catequesis, de concienciación, de diálogo, incluso de valores humanos. Gracias.

Les agradezco muchísimo el trabajo y la agudeza de las preguntas. Gracias.


Greg Burke: Gracias a Usted, Santidad.


Papa FRANCISCO: Y recen por mí, no se olviden.


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