Lagos (Agencia Fides, 07/08/2017) – 12 muertos y más de 20 heridos. Es el balance del
tiroteo sucedido ayer, domingo 6 de agosto, en la iglesia de San Felipe
en Ozubulu en el estado de Anambra, en el sur de Nigeria. Así lo
informan a Fides fuentes de la Iglesia local que reconstruyen de esta
forma el episodio: “El objetivo de los asesinos era Aloysius Ikegwuonu,
un importante traficante de droga que ha ganado enormes sumas de dinero
en Sudáfrica, donde controla una banda dedicada a la distribución de
cocaína”.
Al volver a su estado natal, Anambra, Ikegwuonu invirtió una parte de su
“fortuna” en la construcción de obras públicas tales como carreteras o,
entre otras, la iglesia donde ha tenido lugar la masacre,
convirtiéndose en benefactor de la población local hasta el punto de que
circulan por Internet vídeos en los que se ve a Ikegwuonu repartiendo
dinero por la calle.
Los asesinos eran sus ex-cómplices que lo acusan de haber robado la
mayor parte de lo conseguido con la distrubución de la droga. Ayer
Ikegwuonu había organizado una ceremonia de agradecimiento en la iglesia
de San Felipe pero, en el último momento, fue advertido de que sus
ex-cómplices habían planificado atacarlo. Por eso, evitó acudir a la
ceremonia. El grupo de asesinos irrumpió en la iglesia y, no
encontrándolo, asesinó al padre de Ikegwuonu y a otras personas que
estaban allí al creerlos miembros de la familia”.