Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 26/08/2017) - Vuelven a acusar a las fuerzas militares de la
ONU en la República Centroafricana (MINUSCA) de no defender a los
civiles de los ataques de las milicias en las aldeas del sureste.
Algunos sacerdotes católicos cuyos pueblos han sido atacados, han
publicado en Facebook comentarios con su indignación por los incidentes
ocurridos y las solicitudes de ayuda.
“Ustedes han sido advertidos, pero deliberadamente han decidido
abandonar esta ciudad”, ha escrito el p. Jean-Alain Zembi, párroco de
San Juan Bautista de Zémio, en la frontera con la República Democrática
del Congo, dirigiéndose a los Cascos Azules de la MINUSCA.
“Nuestra comunidad es sacrificada, y yo os considero responsable de
todos los que han muerto y de aquellos que se preparan para morir”.
En el mensaje publicado el 20 de agosto, el sacerdote escribía que al
menos 30 ciudadanos han sido asesinados cuando los grupos armados
atacaron la estación de policía y el hospital, quemando casas y robando
objetos valiosos. Además agregaba en su comentario que las tropas
marroquíes de la MINUSCA habían tratado inicialmente de proteger a los
civiles locales, pero no habían sido capaces de impedir que “mujeres y
niños inocentes fuesen abandonadas a su triste destino”.
Otro sacerdote, don Desire Kpangou, ha escrito que los llevaban
turbantes y no hablaban ni el francés ni el idioma local, el Sango,
dejando pensar que venían del vecino Sudán.
Todo el territorio que pertenece a la diócesis de Bangassou está en manos de bandas armadas con los ex rebeldes Seleka o
los llamados Anti Balaka, grupos de autodefensa que se han convertido
en bandidos.
Los Cascos Azules Marroquíes de la MINUSCA son acusados no sólo de no
defender a la población, sino incluso de matar a civiles inocentes. El
Imam Oumar Kobine Layama, líder de la Plataforma de las Confesiones
Religiosas de Centroáfrica (PCRC), ha pedido recientemente su retirada
de la zona.