Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 28/08/2017) – La Conferencia Episcopal de los Estados
Unidos de América (USCCB) ha instituido una nueva Comisión especial
contra el racismo, que se ocupará de afrontar el pecado del racismo en
la sociedad y en la iglesia, y de la urgente necesidad de estar unidos
como sociedad para encontrar las soluciones más adecuadas.
“Los últimos acontecimientos han mostrado la medida en la que el pecado
de racismo continúa afligiendo a nuestra nación” ha afirmado el Card.
Daniel N. DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston, Presidente de la
USCCB, según el comunicado recibido en la Agencia Fides. “El prejuicio
puede pasar inobservado en el alma. Sin una reflexión en la oración, se
puede nutrir el miedo de lo que es diferente. Puede convertirse en un
excesivo racismo – ha dicho el Cardenal -. Pero la reflexión individual
no es suficiente. Debe conducir a la acción. El trabajo de la USCCB
quiere ser una invitación a la conversión para aquellos que se esconden
detrás de capuchas blancas y símbolos nazis. Las expresiones de
violencia contra los afroamericanos y otras personas de color, contra el
pueblo judío, los inmigrantes y otros, ofenden nuestra fe, pero nos
unen en nuestra decisión. No permitamos que las fuerzas del odio nieguen
la dignidad intrínseca de cada persona humana. Que l
a
nación y el mundo vean al cuerpo único de Cristo movilizándose en
defensa de nuestras hermanas y hermanos amenazados”.
El obispo de Youngstown, Su Exc. Mons. George V. Murry, ha sido nombrado
Presidente de la Comisión, los miembros serán escogidos en los próximos
días y la primera reunión se realizará muy pronto.
“Estoy deseando trabajar con mis hermanos obispos y con las comunidades
en los Estados Unidos para escuchar las necesidades de aquellos que han
sufrido por los pecados del racismo y encontrar soluciones a esta
epidemia de odio que aflige a nuestra nación desde hace demasiado
tiempo”, ha dicho Mons. Murry. “A través del ejemplo del amor y la
misericordia de Jesús, estamos llamados a ser un pueblo mejor del que
hemos visto en las semanas y meses pasados como nación. A través de la
escucha, la oración y la colaboración, espero que podamos encontrar
soluciones duraderas y un terreno común donde el racismo no pueda
encontrar espacio en nuestros corazones o en nuestra sociedad”.