Yakarta, INDONESIA (Agencia Fides, 08/08/2017) - “Nos encontramos frente a problemas y desafíos
para vivir nuestra fe católica y vivir además en una era globalizada
que influye en nuestra vida. Los rápidos avances tecnológicos provocan
el consumismo, las dependencias y la pérdida de nuestra identidad a
causa de una cultura debilitada”, asegura la declaración final de la VII
Jornada Asiática de la Juventud que se ha celebrado en Indonesia del 31
de julio al 6 de agosto.
“No podemos evitar la modernización”, asegura el documento enviado a la
Agencia Fides. “A alguno de nosotros puede fartarnos la confianza para
vivir nuestra fe. Por las presiones derivadas de la intolerancia, en
muchos casos, no podemos tener intimidad con Dios y con su creación.
Sentimos que no tenemos bastante apoyo de diferentes sectores de la
sociedad. Por tanto, como juventud católica de Asia, necesitamos tener
la posibilidad y el espacio para ser escuchados y considerados”.
La declaración afirma que los participantes en la Jornada tienen la
capacidad suficiente para superar los desafíos. “Estas cualidades
suponen un papel importante para la continuidad de la fe católica. Como
jóvenes estamos capacitados por el Espíritu Santo, que nos dará la
energía y el fuego para defender el Evangelio en este mundo
multicultural. Estamos protegidos por nuestros talentos, por el valor,
la compasión y la determinación. Estas cualidades son las fuentes
necesarias de la sociedad para responder a los desafíos que el mundo
está afrontando”.
Recordando los encuentros con los jóvenes musulmanes que tuvieron lugar
durante la asamblea, los jóvenes católicos asiáticos afirman que “estos
encuentros multiculturales nos han ayudado a ver nuestra fe con una
nueva luz. Han encendido la llama de nuestra pasión. Esperemos que a
través del Espíritu Santo podamos inflamar el mundo”. Sin embargo,
añaden, si el fuego no está bien guiado puede ser incontrolable y dañar a
otros. “Por tanto, es importante recibir ayuda para perfeccionar
nuestras habilidades y beneficiar a otros”. Exhortan además a los
pastores y animadores a que sean “buenos modelos”. “Jesús nos ha
enseñado a amar incondicionalmente. Queremos testimoniar el mismo
Espíritu de Amor que nos ha mostrado. Eso incluye el cuidado de nuestra
casa común de acuerdo a la propuesta de Laudato Si', la voluntad de dar
pasos para comunicarnos con los demás, saliendo para encontrarlos allí
donde están y buscando cómo entender el mundo profund
izando
más en sus culturas. Actuaremos como facilitadores y animadores de la
unidad, creando un puente para amar y respetar a aquellos que pertenecen
a las diferentes culturas”, afirma el documento.
Finalmente, dado que la tecnología y las redes sociales se han
convertido en una parte integrante de la vida de los jóvenes, la
declaración asegura que los jóvenes prometen “utilizar estos
instrumentos responsablemente para difundir positividad y bondad en
lugar de negatividad y odio, para compartir la Palabra de Dios e
inspirar a los demás”.
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