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CIUDAD DEL VATICANO,
24 septiembre 2014 (VIS).- El Papa FRANCISCO ha dedicado la
catequesis de la Audiencia General de los miércoles celebrada a las
10:00 horas en la Plaza de San Pedro a contar a los fieles presentes
su reciente viaje a Albania. El Santo Padre ha confirmado que era
importante alentar a este pueblo a seguir por el camino de la
pacífica convivencia entre sus diferentes componentes religiosos.
''Lo que acomuna a las diferentes expresiones religiosas -ha
dicho- en realidad es el camino de la vida, la buena
voluntad de hacer bien al prójimo, no renegando de la propia
identidad o disminuyéndola''.
FRANCISCO ha
recordado su encuentro con los sacerdotes, las personas consagradas,
los seminaristas y los movimientos laicales, así como también con
algunos ancianos que ''han vivido en su propia carne las terribles
persecuciones''. ''Fue gracias a la unión íntima con Jesús, a la
relación de amor con Él cómo estos mártires, como cualquier
mártir, tuvieron fuerzas para afrontar los acontecimientos dolorosos
que los llevaron al martirio... También la Iglesia encuentra su
fuerza en el amor de Cristo . Una fuerza que nos sostiene en los
momentos de dificultad y que inspira la acción apostólica para
ofrecer a todos bondad y perdón, testimoniando así la misericordia
de Dios''.
El Pontífice ha
mencionado también a los cuarenta sacerdotes asesinados durante la
dictadura comunista. ''Estos se suman a los centenares de
religiosos cristianos y musulmanes asesinados, torturados,
encarcelados y deportados sólo porque creían en Dios. Fueron años
oscuros, durante los cuales fue arrasada la libertad religiosa y
estaba prohibido creer en Dios; miles de iglesias y mezquitas fueron
destruidas, convertidas en almacenes y salas de cine que propagaban
la ideología marxista, los libros religiosos fueron quemados y a los
padres se les prohibió poner a sus hijos los nombres de los santos
de sus antepasados... Su sangre no se ha derramado en vano, es una
semilla que dará frutos de paz y de colaboración fraterna. Hoy
Albania es un ejemplo no solo de resurgimiento de la Iglesia sino
también de pacífica convivencia entre religiones''.
Antes de finalizar
el Papa ha dado las gracias al Señor por el viaje ''que me ha
permitido -ha subrayado- encontrar un pueblo valiente y fuerte
que no se ha dejado doblegar por el dolor''. Ha animado a los
hermanos y hermanas de Albania a ''tener el valor del bien para
construir el presente y el mañana de su país y de Europa'' y ha
pedido a la Virgen ''que continúe guiando el camino de este
pueblo mártir''.
La
Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la
Bendición Apostólica impartida por el Santo Padre.