Asunción, PARAGUAY
(Agencia Fides, 30/9/2014) – Un fenómeno relativamente nuevo, y
que está evolucionando rápidamente en Paraguay es el de los
indígenas que son expulsados de sus tierras de origen y enviados a
ciudades como Asunción y Ciudad del Est. La denuncia llega a la
Agencia Fides por parte del Coordinador Nacional de la Pastoral
Indígena (Conapi ) del país. La expulsión de sus tierras por parte
de grandes terratenientes productores de soja y ganaderos, y la falta
de protección del Estado, obliga a los indígenas de diferentes
grupos étnicos a dirigirse hacia las grandes ciudades en busca de
sustento y ayuda. La mitad de los más de 112.000 indígenas en
Paraguay no son dueños de la tierra, son expulsados, llegan a la
ciudad encontrándose con graves problemas de aceptación por parte
de la población.
Según la Conapi,
los indígenas que viven en las calles de Asunción y Ciudad del Est
se ven involucrados en situaciones que eran hasta ese momento
desconocidas para ellos, tales como el alcoholismo, la drogadicción
y la prostitución. Según el Gobierno el 75% de ellos viven en la
pobreza extrema. Su cultura lingüística se divide en 5 cepas
(guaraní, matacos, zamuco, maskoy y guaicurú), cada uno con sus
propias variaciones. Para tratar de hacer frente en una pequeña
parte este complejo problema, la Conapi ha organizado el seminario
“Indígenas en las zonas urbanas”, al que han asistido los
líderes y miembros de las comunidades indígenas que viven en la
ciudad, que han compartido experiencias, necesidades y desafíos. Se
han afrontado aspectos socio-económicos y culturales de la situación
actual de los pueblos indígenas en las zonas urbanas, así como
aspectos políticos y antropológicos.