CIUDAD DEL VATICANO,
29 septiembre 2014 (VIS).- El Pontificio Consejo para las
Comunicaciones Sociales explica en una nota publicada hoy el tema de
la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año:
''Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la
gratuidad del amor''. El tema sigue la línea del argumento del año
pasado y, al mismo tiempo, entra en el ámbito de lo que será la
materia central de los dos próximos Sínodos: la familia.
Hay que recordar que
la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, única jornada
mundial establecida por el Concilio Vaticano II, se celebra en muchos
países, por recomendación de los obispos del mundo, el domingo
anterior a la fiesta de Pentecostés y que el Mensaje del Santo Padre
FRANCISCO para ese evento se publica tradicionalmente con ocasión de
la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas
(24 de enero).
''La crónica
cotidiana -dice la nota - narra las dificultades que atraviesa
actualmente la familia. Asimismo, a menudo los cambios culturales no
ayudan a entender el gran bien que es la familia.
“Las relaciones
entre los miembros de la comunidad familiar están inspiradas y
guiadas por la ley de la ''gratuidad'' que, respetando y favoreciendo
en todos y cada uno la dignidad personal como único título de
valor, se hace acogida cordial, encuentro y diálogo, disponibilidad
desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda”
''¿Cómo podemos
decir hoy, al hombre herido y desilusionado, que el amor entre un
hombre y una mujer es algo muy bueno? ¿Cómo hacer que los hijos
experimenten que son un don precioso? ¿Cómo llevar calor al corazón
de la sociedad herida y cansada a causa de tantas desilusiones
amorosas, y decirle: ánimo, recomencemos? ¿Cómo explicar que la
familia es el primer y más significativo ambiente en el que se
experimenta la belleza de la vida, la alegría del amor, la donación
gratuita, el consuelo del perdón dado y recibido, y donde se
comienza a encontrar al otro?''.
''La Iglesia debe
aprender de nuevo a explicar que la familia es un gran don, bueno y
hermoso. Está llamada a encontrar el modo de decir que la gratuidad
del amor, que se ofrecen los esposos, acerca a todos los hombres a
Dios, y es una tarea entusiasmante. ¿Por qué? Porque lleva a mirar
la verdadera realidad del hombre y abre las puertas al futuro, a la
vida''.