lunes, 29 de septiembre de 2014

Sistema sanitario colapsado, mientras que los contagios de Ébola se duplican cada tres semanas


Monrovia, LIBERIA (Agencia Fides, 29/9/2014) - Tal vez nunca ha habido tanta atención sobre un solo tema a nivel mundial, pero hoy la realidad es esta: los enfermos de Ebola están desesperados, sus familias y quienes los cuidan están enojados, los trabajadores humanitarios están agotados. Las tasas de contagio se duplican cada tres semanas, mientras que el miedo y el pánico se están extendiendo rápidamente. Un número creciente de personas están muriendo por otras enfermedades, como la malaria, debido al colapso de los sistemas sanitarios. “El tiempo corre y el ébola está ganando”: este es el llamamiento desesperado a las Naciones Unidas de Joanne Liu, presidente internacional de Médicos Sin Fronteras.

“Nuestras instalaciones de 150 camas en Monrovia abre cada mañana sólo durante treinta minutos – se lee en el comunicado enviado a la Agencia Fides -. Sólo unas pocas personas son admitidas para ocupar las camas de los que han fallecido durante la noche. Los pacientes siguen siendo enviados de vuelta a casa por lo que se propaga el virus entre los parientes y vecinos. Los Estados miembros no pueden limitarse simplemente a construir centros de aislamiento. ¡No es suficiente!”, dice Liu. “Al mismo tiempo, es necesario crear una vacuna, una herramienta adicional para romper la cadena de transmisión del virus. Los modelos actuales de desarrollo de la vacuna, sin embargo, no funcionarán. Es necesario que haya incentivos para la experimentación y la producción, junto con una asociación de investigación y de datos open source”.

El acceso y la rápida distribución de una vacuna segura a las poblaciones más afectadas es de importancia fundamental. En África occidental, la situación es dramática, los 6 centros de la Ong están ya en una situación de hacinamiento y muchos enfermos son enviados a sus casas porque no hay más camas. La propagación de la epidemia avanza mucho más rápidamente que los esfuerzos internacionales para contenerla. Mientras tanto, el MSF (2.800 empleados locales y 260 de equipo internacional), trabajan día y noche para salvar el mayor número de vidas posible. Desde el comienzo de la epidemia, en los centros han sido hospitalizadas más de 2.950 personas, de las cuales 535 se han curado.