Dacca, BANGLADESH (Agencia Fides, 21/12/2015) - “El 2015 ha sido un año de violencia sin
precedentes y de graves violaciones de los derechos humanos en
Bangladesh. Mujeres, niños y ancianos han sido golpeados, personas
inocentes asesinadas. Las escuelas, instituciones, mezquitas, iglesias,
activistas, misioneros... han sido blanco de ataques. La intolerancia se
ha manifestado de forma muy visible durante todo el año”: dice a la
Agencia Fides Rosaline Costala, activista católica que lleva años
dedicada a la Comisión “Justicia y Paz” y que ahora es directora de la
Ong "Human Rights Trust". “El aumento del extremismo religioso y de la
intolerancia es una preocupación para todos nosotros”. Por primera vez
en Bangladesh han sido atacados y asesinados ciudadanos extranjeros”
señala.
“Ha habido un aumento en los ataques de los extremistas islámicos contra
los libre-pensadores, bloggers, escritores, periodistas, misioneros,
líderes religiosos, trabajadores de ayuda humanitaria. Estos incidentes
han convertido al país en un valle de muerte. Durante el año, muchos han
abandonado el país en silencio” continúa.
Ha habido muchas víctimas, y además de los que han perdido sus vidas,
señala, “doce sacerdotes y pastores, un obispo, 14 académicos y
activistas de derechos humanos han recibido amenazas de muerte”explica.
“El gobierno ha intentado varias veces controlar los medios de
comunicación con la introducción de una ley que restringe la libertad de
expresión. También ha bloqueado los canales de medios sociales como
Facebook, WhatsApp, Viber, Twitter, Skype”, continúa. “La vida de las
minorías tribales y religiosas se ha visto constantemente amenazada por
el acaparamiento de tierras” recuerda Costa.
En tal situación, “los cristianos, la comunidad más pequeña en un país
de mayoría musulmana, todavía aporta una contribución significativa en
el campo de la educación, el desarrollo y la promoción de la justicia,
la paz y los derechos humanos de los pobres y necesitados” concluye.