Gode, ETIOPÍA (Agencia Fides, 09/03/2016) – Etiopía es el segundo país más poblado de África y
uno de los más pobres del mundo. Más de 400.000 niños sufren de
malnutrición grave y en los últimos meses también se ha agravado la
sequía. Se prevé que a finales de abril algunas áreas se quedarán sin
nada de agua. “En los casi 10 años que soy misionero en Etiopía, es la
primera vez que veo al país morir de sed”, dice el padre Christopher
Hartley en una nota enviada a la Agencia Fides. “Como resultado de la
sequía - continúa el p. Christopher - hay muchas luchas tribales por el
acceso a las pocas fuentes de agua a disposición de personas y ganado,
mientras que los cultivos están desapareciendo irreversiblemente,
transformando este enorme paisaje en un vasto desierto.
Hemos tratamos de entrar en contacto con la última oleada de refugiados
para distribuir bidones de agua, más de veinte toneladas de alimentos y
hemos construido una pequeña escuela para niños que me han dicho que ni
siquiera saben cómo escribir su nombre porque no han asistido nunca a la
escuela”. De los 100 millones de personas en Etiopía, casi dos millones
carecen de acceso a agua potable. Más de 10 millones de personas
necesitan urgentemente kit básicos de supervivencia, ya que carecen de
agua, alimentos, productos para la siembra y animales.