Kasur, PAKISTÁN (Agencia Fides, 11/03/2016) - Un llamamiento a la justicia, a la seguridad, al
respeto por la dignidad de todas las mujeres en Pakistán, especialmente
las no musulmanas,que son mucho más vulnerables: la ha querido lanzar, a
través de la Agencia Fides, Fouzia Sadiqe, madre cristiana paquistaní
de tres hijos, víctima de secuestro, violación y conversión forzada al
Islam. La mujer logró escapar y liberarse de su torturador, Muhammad
Nazir, de 55 años de edad, un musulmán que la habían secuestrado en el
pueblo de Burj Mahalam, en la provincia de Punjab. Muchos miembros de la
familia de Fouzia trabajaban en campos de propiedad de Muhammad Nazir, y
esto era una fuerte arma de chantaje en manos del hombre.
“He sido violada varias veces antes de la conversión al Islam y del
matrimonio forzado. A menudo, el hombre me amenazaba con matarme a mí y a
los miembros de mi familia”, ha dicho Fouzia al abogado cristiano
Sardar Mushtaq Gill que se ocupa de su caso y está proporcionándole
asistencia y protección.
“He mantenido la fe en Jesús: tenía siempre viva la esperanza de que me podía salvar”, explica Fouzia.
El rev. Saleem Karamat Masih, algunos activistas locales y el abogado
Gill han lanzado una campaña para pedir apoyo para las mujeres victimas
de secuestros y matrimonios forzados. En Pakistán hay por lo menos mil
casos al año de mujeres pertenecientes a minorías religiosas, cristianas
o hindúes, que son secuestradas y convertidas al Islam. En la mayoría
de los casos, la víctima es sometida a violencia sexual, prostitución
forzada, pero también puede convertirse en objeto de tráfico de seres
humanos.
La organización LEAD y otras ONG piden al gobierno que actúe sin
vacilación en defensa de las mujeres pertenecientes a las minorías
religiosas, las más indefensas y vulnerables en un país donde la
situación de la mujer sigue siendo muy difícil, marcadas por la
violencia doméstica.