Roma, ITALIA (Agencia Fides, 28/11/2016) – “Lo sucedido aquel 5 de febrero de hace diez años
en la iglesia de Trabzon ha conmovido y herido mucho más allá de los
confines de la diócesis de Roma y de la Vicaría de Anatolia en Turquía,
pero se trata de una herida de la que está brotando un bien espiritual
para muchos, como ha recordado el Papa Francisco durante una audiencia
general. De estos signos del Espíritu la Iglesia de Roma está llamada a
interrogarse y a reflexionar, pero cada uno de nosotros tiene que
alimentar la llama encendida en el corazón por el Señor, también gracias
al sacrificio de don Andrea”. Estas son las palabras del Card. Leonardo
Sandri, Prefecto de la Congregación para las iglesias Orientales,
durante la Celebración Eucarística que ha presidido ayer en la Basílica
de la Santa Cruz en Jerusalén de Roma, como conclusión de las
iniciativas puesta en marcha por el X aniversario de la muerte de don
Andrea.
Don Andrea Santoro, párroco y luego sacerdote Fidei donum de la diócesis
de Roma, fue asesinado en Trabzon (Turquía) el 5 de febrero de 2006
mientras rezaba en la iglesia de Sancta Maria Kilisesi, que le había
sido encomendada. En el 2003 había fundado la asociación "Ventana para
el Medio Oriente": un grupo dedicado al estudio, oración y diálogo para
facilitar el encuentro entre el mundo occidental y Oriente Medio.
El Card. Sandri ha subrayado en su homilía que don Andrea “fue capaz de
encender el fuego de la Palabra de Dios y de la caridad en la comunidad
que dirigía, pero quiso emprender el camino del Evangelio, viajando él
mismo, como sacerdote fidei donum de esta diócesis, a Oriente. Los
eventos que se han organizado en colaboración con la Vicaría de Roma en
este año nos han permitido centrarnos en los aspectos más destacados de
su perfil como hombre, creyente, pastor y testigo del Evangelio”.
En estos diez años transcurridos desde su muerte violenta, muchos han
querido conocer y profundizar en su figura y en su espiritualidad, “pero
lo que más impacta, ha dicho el Cardenal - es como incluso personas que
nunca habían tenido nada que ver con él se han acercado, o alguno, como
sacerdote, ha querido recorrer sus pasos hacia Oriente”.