El Cairo, EGIPTO (Agencia Fides,
29/11/2016) – La justicia egipcia ha acusado a algunos
ciudadanos a lso que se cree en contacto con los yihadistas del Estado
Islámico (Daesh) de estar involucrados en la matanza de 21 coptos
egipcios asesinados en Libia en el invierno del 2015. Los acusados son parte de un grupo de 20 egipcios que ya
están en juicio por cargos de haber trabajado para crear una “célula”
terrorista egipcia afiliada con Daesh en la gobernación de Matruh y por
haber estado en los campos de entrenamiento militar de los yihadistas en
Libia. La nueva acusación que han recibido parece importante por la
motivación que el Ministerio Público hipotiza como origen de la horrenda
masacre perpetrada en una playa de Libia: los 21 cristianos coptos – se
lee en la motivación de la fiscalía, según la prensa egipcia – habrían
sido asesinados “para inducir al ejército a intervenir militarmente” en
el conflicto contra las milicias yihadistas afiliada
s a
Daesh que controlaban buena parte del territorio libio.
De hecho, en la madrugada del 16 de enero de 2015, apenas unas horas
después de la difusión en línea del vídeo de la ejecución macabra de los
21 coptos, los aviones del ejército egipcio atacaban y bombardeaban las
posiciones de los yihadistas en Libia, especialmente en la zona de
Derna. “La venganza por la sangre de los egipcios - estaba escrito en un
comunicado de prensa de las fuerzas armadas egipcias sobre las
incursiones en Libia - es un derecho absoluto y será aplicado”. Egipto –
se leía en el texto - reclama el derecho a defender su seguridad y
estabilidad de los actos delictivos cometidos por “elementos y grupos
terroristas dentro y fuera del país”.
Los 21 coptos asesinados fueron secuestrados en Libia a principios de
enero de 2015. “El vídeo que retrata su ejecución - decía después de la
matanza a la Agencia Fides Anba Antonios Aziz Mina, obispo copto
católico de Guiza - fue construido como una puesta en escena
cinematográfica horrible, con la intención de sembrar el terror. Y, sin
embargo, en ese producto diabólico de horror sangriento, se ve que
algunos de los mártires, en el momento de su ejecución bárbara, repiten
'Señor Jesucristo'. El nombre de Jesús ha sido la última palabra en sus
labios. Al igual que en la pasión de los primeros mártires, que han
confiado en aquel que los recibirían poco después. Y así han celebrado
su victoria, la victoria que ningún asesino puede arrebatar. Ese nombre
fue un susurro en el último momento, como el sello de su martirio”.