Yakarta, INDONESIA (Agencia Fides,
29/11/2016) – “Vamos a quemar la iglesia si las obras
continúan adelante”: con esta amenaza más de 500 musulmanes han
protestado en Bekasi, un suburbio de la gran metrópolis de Yakarta, para
impedir la construcción de la iglesia católica de Santa Clara. Los
manifestantes, con lemas y protestas afirman que la iglesia ha violado
la ley, manipulando y falsificando las firmas de los ciudadanos que
apoyan la construcción del edificio de culto. Según las disposiciones
legales que varían de una provincia a otra, en Indonesia el permiso para
la construcción de un templo, de cualquier comunidad religiosa,
requiere una petición pública firmada por un número fijo de creyentes,
residentes en la provincia interesada.
Cómo señala una nota de la parroquia de Santa Clara, recibida en la
Agencia Fides, los manifestantes han declarado su firme oposición a la
construcción de la iglesia, amenazando con marchar y quemarla si no se
tendrá en cuenta su petición.
En respuesta a las quejas de los manifestantes, el fraile capuchino
Raymundus Sianipar, párroco de Santa Clara, ha explicado a la Agencia
Fides que la parroquia ha pedido y obtuvo legalmente el permiso de
construcción, siguiendo estrictamente los términos administrativos: “La
petición fue presentada hace ya 17 años. En los últimos años hemos
cumplido con todos los requisitos y regulaciones. Hemos esperado
pacientemente respetando la ley y haciendo frente a todos los retos
necesarios”.
Sobre el número de los feligreses de la parroquia, don Rasnius Pasaribu,
secretario del consejo pastoral parroquial, ha explicado que la iglesia
tiene cuatro sacerdotes que se ocupan de 9.422 fieles de la basta área
de Nord Bekasi que cubre 58 barrios. Se trata de un número alto de
fieles que viven también a gran distancia da la iglesia, por lo que es
difícil garantizar un adecuado servicio pastoral. “Hoy – revela don
Rasnius – el domingo se celebra la misa en una sala improvisada con
capacidad para 300 personas. Y muchos otros siguen la misa desde la
calle. Cuando llueve las personas se aglomeran en la sala y en las
terrazas de las casas de los vecinos”.
Tras un periodo de espera de 17 años, el 28 de julio de 2015, el alcalde
de Bekasi, el musulmán Rahmat Effendi emitió la licencia de obras para
construir la iglesia católica de Santa Clara. “Hemos cumplido con éxito
todos los requisitos. Todo está documentado”, declara Rasnius a la
Agencia Fides, rechazando las acusaciones de que el edificio de la
iglesia es el más grande de Asia. “El terreno del que disponemos es sólo
de 6.500 metros cuadrados, y estamos construyendo un edificio de 1.500
metros cuadrados, enriquecido por espacios verdes fuera”, explica el
sacerdote.
La comunidad católica no nutre ningún tipo de hostilidad hacia los
residentes de Bekasi y “la iglesia es un lugar que acoge siempre a todos
con los brazos abiertos”: “Somos hermanos, ciudadanos y compatriotas”,
afirma don Rasnius, pidiendo a los residentes que muestren el mismo
espíritu de acogida y de recíproca tolerancia.
El gobierno del presidente de Indonesia, Joko Widodo había anunciado
planes para abordar la cuestión de los permisos para construir lugares
de culto, eliminando algunas restricciones establecidas por el notorio
“Izin Mendirikan Bangunan”, el permiso de construcción, que desde 2006
regula la creación o restauración de edificios religiosos. Según el
decreto actualmente en vigor, cada proyecto para ser aprobado debe ser
firmado por al menos 99 fieles y debe ser apoyado por al menos 60
residentes de la zona, aprobado por el jefe del pueblo. Con los años, el
permiso para construir o restaurar una capilla o una sala de oración se
ha convertido en un tema crucial, objeto de protestas de grupos
islámicos radicales, que han bloqueado arbitrariamente proyectos ya en
marcha o en fase de estudio.