Familia y matrimonio base de la sociedad: carta pastoral de Adviento del Cardenal Tong

HONG KONG (Agencia Fides, 30/11/2016) – “Juntos hagamos que la familia y el matrimonio cristiano sean el punto de partida para el ejercicio de una caridad operante” insta el cardenal John Tong Hon, obispo de Hong Kong, en su carta pastoral para el Adviento 2016 firmada el 20 de noviembre, solemnidad de Cristo rey. 

El Cardenal pide que se de más tiempo, más amor, más misericordia y perdón a la familia, promoviendo la oración y la educación de los hijos para hacer frente a los retos sociales de hoy en día, como la brecha entre ricos y pobres, los conflictos y las contradicciones, el peso de la vida misma, para que todos puedan disfrutar de la vida familiar, donde crecer mentalmente, espiritualmente y físicamente. “¡Así seremos dignos de la llegada del Salvador!”, recuerda el Obispo de Hong Kong.

En la carta, recibida por la Agencia Fides, el cardenal recorre el Año Santo de la Misericordia que acaba de terminar, haciendo una lista de las celebraciones y las muchas iniciativas realizadas en Hong Kong. Gran parte de la pastoral diocesana se ha dedicado principalmente a la familia, al matrimonio cristiano, a la defensa de la vida, a la vida en el vientre materno...

“En los últimos 20 años - escribe el cardenal -, los fieles de nuestra diócesis se han dado cuenta de la importancia de la vida familiar. Yo mismo he compartido nuestra pastoral matrimonial y de familiar durante el Sínodo Especial de los Obispos”. Se han creado varios grupos, cada uno con un tipo específico de pastoral: para los jóvenes, para las novios, para las familias, “movilizando a las parejas de fieles con una experiencia sólida de vida matrimonial”. Después de la celebración del Sínodo sobre la familia, la pastoral diocesana ha prestado una atención especial a los divorciados, acompañándolos con misericordia en su camino de fe.

El obispo de Hong Kong subraya repetidamente en su carta que “la familia y el matrimonio son el fundamento de la sociedad”, y la fe ayuda a la familia a afrontar los desafíos, mientras “el profundizar en la fe fortalece el vínculo entre la familia y el matrimonio”.