Imagen: L'OsservatoreRomano - Radio Vaticano |
CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 26 de noviembre de 2016).- El Santo Padre FRANCISCO ha otorgado esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico el Premio Ratzinger instituido en 2011 por la “Fundación Vaticana Joseph Ratzinger- Benedicto XVI”.
Este año los galardonados son:
- Monseñor Inos Biffi, Catedrático Emérito de Teología sistemática y de Historia de la teología medieval en la Facultad Teológica de Italia Septentrional, Profesor de las mismas materias en la Facultad de Teología de Lugano, Miembro de la Pontificia Academia de Teología, Presidente del Instituto de Historia de teología medieval de Milán y Director del Instituto de Historia de la Teología de la Facultad de Teología de Lugano.
- Profesor Ioannis Kourompeles, nacido en Atenas (Grecia) en 1965. Estudió Teología en las facultades teológicas de Tesalónica, Erlangen y Heidelberg. Enseña Historia de los dogmas y Teología dogmática y simbólica en la Facultad de Teología de la Universidad Aristóteles de Tesalónica. Es el primer ortodoxo que recibe el Premio Ratzinger.
El Papa FRANCISCO, en la entrega del premio, saludó a los presentes con este discurso:
“Me alegra encontrarme con vosotros en esta ocasión tan importante en el contexto de los fines y actividades de la Fundación Joseph Ratzinger- Benedicto XVI. Para mí es también una manera de expresar una vez más nuestro afecto y nuestro reconocimiento por el Papa Emérito Benedicto XVI, que sigue acompañándonos con su oración.
Me congatulo por el éxito del Simposio Internacional sobre el tema
de la Escatología - Análisis y Perspectivas, que ha tenido lugar hace
pocos días en la Universidad de la Santa Cruz y ha concluido esta
mañana en el “Agustinianum” con la lección del Cardenal Ravasi. Sabemos
que el tema de la escatología ha ocupado un lugar muy importante en el
trabajo teológico del Profesor Joseph Ratzinger, en su actividad como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y finalmente
también en su Magisterio durante el Pontificado. No podemos olvidar sus
profundas consideraciones acerca de la vida eterna y la esperanza en la
Encíclica Spe Salvi. El tema de la escatología es esencial en la
reflexión sobre el sentido de nuestra vida y de nuestra historia para no
encerrarnos en un enfoque materialista o de otra forma puramente
mundana.
El Jubileo de la Misericordia, que acaba de finalizar, nos ha recordado muchas veces que la misericordia está en el corazón del "protocolo" sobre el que Jesús dice que seremos juzgados: "Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber”. La profundidad del pensamiento de Joseph Ratzinger, sólidamente basado en la Escritura y en los Padres, y siempre alimentado por la fe y la oración, nos ayuda a permanecer abiertos al horizonte de la eternidad, dando sentido también a nuestras esperanzas y a nuestros esfuerzos humanos. El suyo es un pensamiento y un magisterio fecundo, que ha sabido concentrarse en las referencias fundamentales de nuestra vida cristiana, la persona de Jesucristo, la caridad, la esperanza y la fe. Y toda la Iglesia le estará siempre agradecida.
Pero ya que en esta ocasión de esta reunión anual se otorga el Premio Ratzinger 2016, también he de felicitar a las ilustres personalidades a la que ha sido asignado por el Comité Científico de la Fundación. Por lo tanto, mis felicitaciones a Monseñor Inos Biffi, que, como hemos escuchado, recibe el premio en reconocimiento de los méritos de toda una vida dedicada a los estudios teológicos en la Iglesia y en su servicio:un premio, por así decirlo, "a la carrera "de un gran teólogo; y al Profesor más joven Ioannis Kourempeles, que recibe el premio en reconocimiento a la calidad de la labor teológica hasta ahora desarrollada, como prueba de aprecio por el interés dedicado al pensamiento de Joseph Ratzinger, y como estímulo para seguir sondeando la fecundidad del encuentro entre el pensamiento de Joseph Ratzinger y la teología ortodoxa.
Enhorabuena, pues, a los galardonados y mis mejores deseos por su trabajo teológico, y a la Fundación por llevar a cabo su tarea. El Señor os bendiga siempre y bendiga también vuestro servicio a su Reino. Y bendiga a todos vosotros, aquí presentes, y a vuestros seres queridos. Gracias”.
El Jubileo de la Misericordia, que acaba de finalizar, nos ha recordado muchas veces que la misericordia está en el corazón del "protocolo" sobre el que Jesús dice que seremos juzgados: "Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber”. La profundidad del pensamiento de Joseph Ratzinger, sólidamente basado en la Escritura y en los Padres, y siempre alimentado por la fe y la oración, nos ayuda a permanecer abiertos al horizonte de la eternidad, dando sentido también a nuestras esperanzas y a nuestros esfuerzos humanos. El suyo es un pensamiento y un magisterio fecundo, que ha sabido concentrarse en las referencias fundamentales de nuestra vida cristiana, la persona de Jesucristo, la caridad, la esperanza y la fe. Y toda la Iglesia le estará siempre agradecida.
Pero ya que en esta ocasión de esta reunión anual se otorga el Premio Ratzinger 2016, también he de felicitar a las ilustres personalidades a la que ha sido asignado por el Comité Científico de la Fundación. Por lo tanto, mis felicitaciones a Monseñor Inos Biffi, que, como hemos escuchado, recibe el premio en reconocimiento de los méritos de toda una vida dedicada a los estudios teológicos en la Iglesia y en su servicio:un premio, por así decirlo, "a la carrera "de un gran teólogo; y al Profesor más joven Ioannis Kourempeles, que recibe el premio en reconocimiento a la calidad de la labor teológica hasta ahora desarrollada, como prueba de aprecio por el interés dedicado al pensamiento de Joseph Ratzinger, y como estímulo para seguir sondeando la fecundidad del encuentro entre el pensamiento de Joseph Ratzinger y la teología ortodoxa.
Enhorabuena, pues, a los galardonados y mis mejores deseos por su trabajo teológico, y a la Fundación por llevar a cabo su tarea. El Señor os bendiga siempre y bendiga también vuestro servicio a su Reino. Y bendiga a todos vosotros, aquí presentes, y a vuestros seres queridos. Gracias”.