viernes, 18 de noviembre de 2016

La población pide la suspensión del proyecto hidroeléctrico de El Quimbo

Garzón, COLOMBIA (Agencia Fides, 18/11/2016) – “La paz no consiste en una mera ausencia de guerra, ni se reduce a asegurar el equilibrio de las distintas fuerzas contrarias, ni nace del dominio despótico, sino que, con razón, se define como obra de la justicia”. Con esta frase de la Constitución conciliar “Gaudim et spes” (n.78), el obispo de la diócesis de Garzón (Colombia), Su Exc. Mons. Fabio Duque Jaramillo, O.F.M. ha comentado el que no se haya suspendido la licencia de construcción al proyecto hidroeléctrico El Quimbo, en el departamento de Huila. El Prelado ha mostrado su sorpresa porque a dicha empresa, que no ha realizado lo previsto en el periodo establecido, se le ha concedido una prologa.
Por esas mismas razones, otros grupos sociales, como los alcaldes de las localidades involucradas: El Agrado, Garzón, Gigante, Tesalia, Altamira y Paicol, han manifestado su descontento.
 

Mons. Duque Jaramillo habló ayer durante una audiencia pública organizada por el ayuntamiento de Garzón, precisamente para escuchar las motivaciones de este descontento general. El obispo declaró que “para construir la paz es preciso que desaparezcan primero todas las causas de discordia entre los hombres, que son las que engendran las guerras; principalmente las injusticias”, y señaló que “hay muchas cosas de este proyecto que son ambiguas”.
 

Terminó afirmando que le sorprende la injusticia y el atropello a los derechos humanos que se hace a un grupo de campesinos colombianos, “que con su trabajo aportaban una riqueza inestimable para la sociedad de Huila y de Colombia”. Todos los que están implicados en el proyecto terminan damnificados en diversos grados, porque “las condiciones de muchos de los que son expropiados y reubicados no son mejores de las que se tenían antes”.
 

El proyecto hidroeléctrico de El Quimbo, que surgió en 2008, ha requerido el desplazamiento de un grupo de agricultores y parte de la población de la zona. Según la prensa local, los estudios relativos al respeto de la naturaleza no son favorables al proyecto. En este sentido, Mons. Duque Jaramillo ha afirmado: “Me sorprende que una obra que se quiere presentar como el orgullo de la patria haya devastado el medio ambiente, la biodiversidad, nuestros ecosistemas, negando la posibilidad de permanencia y prolongación de la vida, en momentos en que el mundo entero empieza a tomar conciencia del daño que la hacemos a la 'casa común' con determinados mega-proyectos”.
 

La audiencia pública, que comenzó el 11 de noviembre, ha terminado con la petición de suspensión inmediata del proyecto debido a los daños que está causando al medio ambiente y a la población.