Rangoon, MYANMAR (Agencia Fides, 21/11/2016) – Las Organización de las Naciones Unidas para 
la Infancia continúa con su programa de recuperación de los niños 
soldados reclutados por el ejército birmano. Nadie sabe exactamente 
cuántos están enrolados. Según las Naciones Unidas, además de las 
Fuerzas Armadas, otros siete grupos étnicos armados reclutan niños 
soldados en el país donde, desde hace décadas, hay muchos conflictos 
internos. Gracias al programa de recuperación, desde el año 2012, unos 
800 soldados birmanos han regresado a la vida civil. La reintegración es
 muy difícil para estos jóvenes, a pesar de los planes de estudios o de 
ayudas.
La mayoría son oriundos de familias rurales pobres pobres que huyen de 
la miseria para vivir en Rangoon o Mandalay, las dos principales 
ciudades del país, donde los reclutadores los buscan en lugares 
públicos. Los métodos utilizados van desde amenazas, al uso de drogas o 
promesas de trabajo bien remunerado. Según los expertos, el fenómeno no 
ha disminuido y los niños siguen siendo víctimas de estas prácticas. La 
Tatmadaw, nombre del ejército birmano, tiene dificultades para reclutar 
soldados por lo que se aprovecha de las personas más vulnerables, según 
los informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 
Rangoon.