Lahore, PAKISÁN (Agencia Fides, 02/05/2017) – Un grupo armado de jóvenes musulmanes de entre
20 a 25 años, subidos en motocicletas han atacado hace unos días el
barrio cristiano de Bhai Pheru, en el distrito de Kasur (localidad en el
Punjab pakistaní), aterrorizando a la comunidad y provocando violencia
contra las personas presentes. La acción colectiva ha sido el resultado
de un incidente del día anterior: un obrero cristiano, Afaq Masih, de 19
años, regresaba a su casa y algunos jóvenes musulmanes lo detuvieron y
comenzaron una discusión, terminando a golpes. Al día siguiente
regresaron al barrio en las motocicletas, tirando piedras a las casas de
los cristianos y amenazando a toda la comunidad.
Los residentes han presentado una denuncia ante la policía, que se ha
mostrado reacia a detener a los agresores. “Los cristianos son la parte
más vulnerable de la sociedad paquistaní y, por razones triviales, son
atacados y golpeados. Falta la aplicación del estado de derecho y, a
menudo algunos jóvenes tienen vínculos con grupos islámicos militantes
que les animan a hacer violencia contra los cristianos”, dice a la
Agencia Fides el abogado cristiano Mushtaq Gill.
Por otra parte, la Comisión para el Diálogo Interreligioso de la
Conferencia Episcopal de Pakistán sigue con su trabajo en la promoción
de gestos de amistad y paz entre los líderes y fieles católicos y
musulmanes. Como parte de un programa que comprende varias etapas, el
arzobispo de Lahore (capital de Punjab), Sebastian Francis Shaw,
presidente de la Comisión, ha visitado una madraza (escuela coránica de
Lahore), donde han plantado un árbol de olivo como signo de paz. En la
celebración estaba presente el p. Francis Nadeem OFM Cap, secretario
ejecutivo de la Comisión, ambos han saludado y dado las gracias a los
responsables del seminario islámico Jamia Masjid-Kubra en Lahore,
dirigido por el musulmán Asim Makhdoom. El p. Nadeem ha explicado el
significado del olivo (mencionado tanto en la biblia, como en el
Corán), mientras que el Arzobispo Shaw ha reiterado el objetivo de
“animar y facilitar la cultura de la paz, de la comprensión y de la
armonía entre las religiones en Pakistán, especialmente musulmanes y
cristianos”, dando las gracias por la hospitalidad y por compartir el
mismo espíritu constructivo. Los líderes islámicos han compartido el
deseo de continuar este tipo de actividades.