Niamey, NÍGER (Agencia Fides, 24/09/2018) – “Después de todo, la misión no es más que
convertirse en rehenes de los pobres y del Evangelio. Exactamente como
ha hecho Dios que ha tomado como 'rehén' al p. Pierluigi”: así lo
comenta a la Agencia Fides el padre Mauro Armanino, misionero de la
Sociedad de Misiones Africanas (SMA) que vive en Niamey, comentando el
secuestro de su hermano de comunidad el p. Pierluigi Maccalli. El p.
Maccalli fue secuestrado la noche del 17 de septiembre. El misionero
residía en el pueblo de Bomoanga, “un lugar que ni siquiera está
mencionado en los mapas geográficos de la región”, señala Armanino.
El misionero recuerda que la residencia del p. Maccalli “estaba abierta
las 24 horas del día, para recibir visitas, enfermos y necesitados de
ayuda. No era extraño que por la noche alguien golpease a su puerta y
que él abriese sin vacilar a pesar de las tensiones que existen en la
zona”, donde actúan varios grupos armados, grupos de autodefensa
surgidos para combatir el crimen local. “Pero nadie se imagina que algo
tan lejano como el yihadismo pudiese infiltrarse entre ellos”, señala el
p. Mauro.
El misionero SMA recuerda a Fides que se trata del octavo rehén en el
área del Sahel: el último en orden cronológico es un agente humanitario
alemán, secuestrado el pasado mes de abril en la frontera con Mali, en
la misma gran zona donde actúan los grupos armados. El p. Armanino
concluye: “Pierluigi se sentía rehén de su gente. De los niños enfermos
que llevaba a la ciudad y de aquellos con problemas por falta de comida.
Organizaba viajes internacionales para brindar atención médica a
aquellos que no podían recibirla en el lugar. Y hace algún tiempo había
comenzado a reunirse y acompañar a jóvenes, adultos y familias. La suya
es realmente la iglesia de los pobres, auténticos reyes de su vida. Por
esto solía llamar a su iglesia la 'basílica' de los pobres”.