Yaoundé, CAMERÚN (Agencia Fides, 22/09/2018) - En Camerún, cristianos y musulmanes se han
unido para pedir que en las provincias anglófonas prevalezca la paz. En
una declaración conjunta, el Consejo de las Iglesias protestantes, el
Consejo supremo islámico y la Conferencia episcopal católica han unido
sus voces para denunciar el incremento de la violencia que se está
produciendo desde los últimos dos años y lanzar un llamamiento para que
cesen “los asesinatos arbitrarios e indiscriminados por parte de los
grupos armados secesionistas y de las fuerzas armadas de Camerún”.
Mons. Samuel Kleda, Arzobispo de Douala y Presidente de la Conferencia
episcopal de Camerún, el Sheikh Oumarou Malam, miembro del Consejo
Supremo islámico, y Fonki Samuel Forba, líder de las iglesias reformadas
han pedido al gobierno, a los partidos políticos, a la diáspora y a los
grupos armados secesionistas que se sienten entorno a una mesa de
dialogo para buscar una solución definitiva a la crisis
político-militar.
La inestabilidad comenzó en 2016 cuando los abogados y profesores de
lengua inglesa se manifestaron para que se les permitiría continuar
usando el sistema de “common law” en los tribunales y se pudiese
continuar enseñando inglés en las escuelas. A ellos se unieron grandes
sectores de la población de habla inglesa que se sienten marginados y
dominados por el sistema legislativo y educativo francófono. Estas
protestas llevaron a huelgas y luego degeneraron en enfrentamientos
mortales entre las fuerzas de seguridad y los partidarios de la
independencia de las regiones de habla inglesa.
La Conferencia Episcopal Católica, después de condenar la violencia, el
pasado mes de mayo se ofreció a mediar entre las partes involucradas en
el conflicto, pero su ofrecimiento fue ignorado.
A fines de julio, líderes religiosos cristianos y musulmanes, entre los
cuales el Card. Christian Tumi, Arzobispo emérito de Douala, el Pastor
George Fochang Babila, de la iglesia presbiteriana de Camerún, el Imán
Tukur Mohammed Adamu de la mezquita central de Bamenda (Noreste) y el
jefe Imán Alhaji Mohammed Abubakar, de la mezquita central de Buea
(Suroeste) lanzaron la propuesta de convocar una conferencia nacional
para reunir a los anglófonos del país y de la diáspora. Sin embargo este
llamamiento también fue ignorado. El gobierno de Yaoundé hasta ahora se
ha opuesto y ha prohibido cualquier reunión.
El 19 de septiembre los líderes religiosos de Camerún han alzado sus
voces de nuevo para pedir al gobierno que busque “una solución a nivel
nacional para esta crisis, teniendo en cuenta sus causas profundas y
reales, para alcanzar una paz auténtica”. Además has exhortado a
castigar a los responsables de la violencia, militares o civiles.
A pocos días de distancia de las elecciones presidenciales que se
celebran el 7 de octubre, los líderes religiosos invitan a los partidos
políticos a dar prioridad a la resolución de la crisis en sus programas.
“Deben evitarse 'discursos de odio'”, han dicho para concluir los
líderes religiosos, ya que “las palabras pueden incendiar aún más los
ánimos”, mientras hoy más que nunca es urgente retomar un camino de
diálogo para alcanzar la paz.