Maumere, INDONESIA (Agencia Fides, 29/09/2018) – El violento terremoto que este 28 de
septiembre ha devastado la isla indonesia de Sulawesi ya se ha cobrado
la vida de más de 384 víctimas, además de cientos de heridos y
desaparecidos, en un balance que todavía es provisional. La zona más
afectada es la de Palu, capital de la provincia de Sulawesi Central que,
con una población de más de 300 mil habitantes, es una de las ciudades
principales de la isla. El tsunami posterior ha exacerbado la situación y
creado problemas con las comunicaciones ya que se ha cortado la
electricidad y esto obstaculiza los esfuerzos de búsqueda y rescate.
Varios edificios se han derrumbado debido a las olas de hasta tres
metros de altura.
“Indonesia es una nación muy grande y nuestra comunidad, en Flores, está
a miles de kilómetros del epicentro. Estamos intentando ponernos en
contacto con nuestros hermanos de comunidad para que a su vez puedan
darnos algunas actualizaciones y preparar las intervenciones”, dice el
padre Aris Miranda, director ejecutivo de la Camillian Disaster Service
International (CADIS), fundación de los padres camilos que trabaja en
los contextos más vulnerables.
“El área afectada por el terremoto está muy lejos de nuestra isla de
Flores, donde no se ha registrado ninguna sacudida. Las noticias aún no
son muy claras, pero esperamos poder comprender hoy de forma más precisa
como es la situación: expresamos nuestra solidaridad y aseguramos
nuestras oraciones a los hermanos afectados”, agrega el padre Luigi
Galvani, misionero camilo en Maumere.
Hace un mes la Camillian Disaster Service International (CADIS),
predispuso una intervención para la población de Lombok, isla en la
provincia de Nusa Tenggara Occidental, que también se vio afectada por
un terremoto. En Lombok el seísmo ha destrozado miles de casas,
escuelas, lugares de culto, oficinas gubernamentales, servicios
públicos, carreteras, red eléctrica y de abastecimiento de agua.