Alotau, PAPÚA NUEVA GUINEA (Agencia Fides 26/03/2021) – “Eran las 2 de la madrugada y, tras una breve
trifulca entre unos cincuenta delincuentes y 5 policías locales, más de
una docena de personas armadas irrumpieron en la casa de los sacerdotes
diocesanos donde se alojan 11 de nuestros sacerdotes y un diácono. Así
escribe a la Agencia Fides mons. Rolando C. Santos, CM, Obispo de la
Diócesis de Alotau-Sideia, refiriéndose a un episodio de violencia
ocurrido el pasado 19 de marzo en la John Sinou House.
“Tras romper la puerta lateral de la casa, atacaron a 7 de nuestros
sacerdotes”, dice el obispo, “entraron en sus habitaciones y les robaron
sus ordenadores portátiles, teléfonos móviles, dinero en efectivo y
otros objetos de valor. Se llevaron un motor fuera de borda nuevo,
paneles solares, un proyector y un televisor. A consecuencia de los
continuos golpes en la cabeza, un misionero filipino perdió mucha
sangre. Fue trasladado al hospital y ahora se encuentra en condición
estable. Otro joven sacerdote local fue apuñalado y otro recibió
repetidos puñetazos. Los demás sufrieron heridas leves. Todos están
traumatizados por el ataque”.
El episodio forma parte de una serie de actos de violencia que se están
produciendo en la zona por parte de bandas criminales contra la policía y
los bomberos. Ahora, con total consternación, los sacerdotes y diáconos
se sienten responsables ante la comunidad en el cumplimiento de sus
deberes pastorales en las proximidades de la Semana Santa y deben
regresar a sus parroquias.
El obispo Santos informa de que la población local está muy conmocionada por lo ocurrido a los sacerdotes. “La gente no se siente segura y vive con miedo. En Alotau y en el resto de la provincia, la violencia sigue creciendo y el proceso de paz se está desmoronando. La policía es impotente porque es superada por los delincuentes que están mucho mejor armados”.
“Es necesario el diálogo entre el gobierno, el grupo criminal (que hace
estragos en la zona sembrando la violencia y la destrucción), las
iglesias y el pueblo en general sobre cómo restablecer la paz y el orden
en Alotau”, insiste Monseñor Santos. “Las diferencias deben resolverse
pacíficamente -concluye- y debe establecerse el respeto a los derechos y
la dignidad de cada persona”. Sobre todo, tenemos que rezar e implorar
la ayuda y el perdón de Dios. Hay esperanza de un mañana mejor si todos
actuamos juntos”.