Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 25/03/2021) - La Comisión Permanente del Episcopado
Venezolano ha publicado un comunicado sobre el derecho a la vida,
titulado Grandes Valores Humanos, en la cual afirma: “ante la real
posibilidad de imponer, por parte de una minoría, todo un nuevo
ordenamiento legal que trastoque el sentido de la vida y se implante una
nueva dimensión de la cultura de la muerte entre nosotros, elevamos
nuestra voz de alerta en defensa de esos grandes valores humanos”.
En el texto, recibido también en la Agencia Fides, los obispos reiteran
que “en todo momento que todo ser humano debe ser respetado en su
dignidad, de dónde brotan sus derechos, en especial el más fundamental
de todos, como lo es el derecho a la vida". En los últimos años, se ha
buscado imponer en el mundo entero una mentalidad contraria al derecho a
la vida y la integridad de la persona humana y de la familia a través
de grandes campañas publicitarias provenientes de corporaciones
internacionales, con el fin de imponer legislaciones a favor del aborto,
de la eutanasia y de la ideología de género “apelando a un falso
concepto de modernidad, inventando ‘nuevos derechos humanos’ y
justificando posturas reñidas con el designio de Dios”.
“Venezuela no escapa a ello” lamentan los obispos, citando grupos y
movimientos que se hacen eco de esta mentalidad contraria a la vida, che
han encontrado un terreno fértil en algunos dirigentes de diferentes
tipos de ideología política quienes han venido impulsando, desde hace
algún tiempo, la posibilidad de promover leyes que aprueben ese tipo de
acciones, a pesar de que estamos abrumados por la pandemia del Covid-19.
El pueblo venezolano siempre ha sido amante de la vida, como se expresa
en la Constitución Nacional y el ordenamiento jurídico, que defiende la
vida humana, promueve la unidad de la familia y la dignidad de los
seres humanos.
Por ello, los obispos lanzan un llamamiento: “A todos los fieles
católicos y personas de buena voluntad, los invitamos a hacer sentir su
voz y a unir esfuerzos en todos los sentidos para impedir que estas
leyes se aprueben en nuestro país”. Además, manifiesta su apoyo a todos
los sacerdotes, diáconos, miembros de los Institutos de Vida Consagrada,
al laicado, a los diversos grupos “pro vida”, a la pastoral familiar y
personas de buena voluntad, para que continúen “realizando acciones de
concientización en medio de la población”, con “decisión y
perseverancia”, anunciando el Evangelio de la Vida, con el fin de
“impedir la aprobación de aquellas leyes que, alejadas de la centralidad
de la persona, terminen imponiendo una cultura de la muerte, alejada de
nuestra fe y de nuestro sentir solidario”.