Washington, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 26/03/2021) - Un grupo de 37 senadores estadounidenses,
tanto demócratas como republicanos, en apoyo de las posiciones
expresadas por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del
Senado, Robert Menéndez, ha dirigido una carta al presidente Joe Biden
pidiéndole que reconozca plena y formalmente el Genocidio Armenio. “Las
administraciones de ambos lados”, dice la misiva, “han guardado silencio
sobre la verdad del Genocidio Armenio. Le instamos a que rompa este
patrón de complicidad reconociendo oficialmente que el Genocidio Armenio
fue un verdadero Genocidio”.
El contenido de la carta también se dio a conocer en los últimos días en
un comunicado de prensa emitido por el Comité Nacional Armenio de
América (ANCA). “El presidente Biden, en virtud de su sólido historial y
de las resoluciones bipartidistas de la Cámara de Representantes y del
Senado que ha apoyado como candidato”, ha afirmado Aram Hamparian,
Director Ejecutivo de ANCA, “está en una posición fuerte para rechazar
la 'ley mordaza' de Turquía, que bloquea la condena permanente por parte
de todo el gobierno de Estados Unidos y la conmemoración del Genocidio
Armenio”.
En septiembre de 2019 Biden, entonces candidato en las primarias
demócratas de cara a las elecciones presidenciales de 2020 en Estados
Unidos, había pedido a este país que reconociera “de una vez por todas”
como Genocidio el “Gran Mal” de las masacres perpetradas en 1915 contra
la población armenia en la península de Anatolia.
El presidente Donald Trump, predecesor de Biden en la Casa Blanca, como informó Fides, había dedicado un pronunciamiento oficial a las masacres planificadas y sufridas en la Península de Anatolia por los armenios en 1915, pero evitando aplicar a esas masacres la definición de “Genocidio armenio”, siguiendo la línea marcada por sus últimos 4 predecesores para no suscitar reacciones resentidas por parte de Turquía.
En el pasado, los Presidentes USA Jimmy Carter y Ronald Regan habían
usado la expresión “Genocidio armenio”, peor luego, desde George H.W
Bush hasta Barack Obama, la expresión ha desaparecido de los
pronunciamientos de los líderes de la Casa Blanca.
El presidente Obama, a causa de la presión turca sobre el Congreso de
Estados Unidos, había dejado de lado su promesa durante la campaña
electoral de reconocer el carácter genocida de las masacres sufridas más
de un siglo atrás por los armenios.
La nueva iniciativa bipartidista de los senadores estadounidenses vuelve
a plantear la cuestión del frecuente recurso a la categoría de
“Genocidio” en la definición de las estrategias geopolíticas de Estados
Unidos. Una opción cargada de implicaciones concretas y operativas: en
el sistema estadounidense, cuando los crímenes sufridos por una
comunidad de personas en cualquier parte del mundo son reconocidos como
genocidio, el Presidente de los Estados Unidos está obligado a poner en
marcha todas las opciones políticas, económicas y militares útiles para
apoyar a las víctimas y llevar a los culpables a juicio. Durante los
años de expansión yihadista en los territorios iraquíes, un cartel de
118 siglas y representantes de grupos civiles y religiosos organizaron
campañas de presión en Estados Unidos para que las instituciones
estadounidenses reconocieran como genocidio las acciones llevadas a cabo
por los yihadistas del Daesh contra todas las comunidades religiosas
minoritarias, empezando por los cristianos y los yazidíes. Nondimeno, il
. El resultado más notable de la campaña fue la “Iraq and Syria
Genocide Relief and Accountability Act”, la ley firmada por el
presidente Donald Trump que en diciembre de 2018 definió como
“Genocidio” la serie de crímenes perpetrados en años anteriores por
grupos yihadistas contra cristianos y yazidíes en Irak y Siria, y
también comprometió al gobierno estadounidense a perseguir a los grupos
acusados como autores de los atroces actos. La ley fue descrita por
algunos invitados a la ceremonia de la firma como una herramienta
“vital” para garantizar la supervivencia de los cristianos en Irak y
salvar a sus comunidades de la extinción. Sin embargo, el Patriarca
caldeo Louis Raphael Sako, en una reciente entrevista concedida a la
Agencia Fides, repitió que “si hubo un genocidio,
afectó a todos: a los cristianos y más aún a los yazidíes, pero también
a los chiíes y a los suníes, en mayor número. No debemos separar a los
cristianos de los demás, el sufrimiento de los cristianos del de los
demás, porque así se alimenta la mentalidad sectaria”.