Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides, 29/03/2021) – “Expresamos nuestra profunda tristeza y grave
preocupación por la represión en curso de millones de ciudadanos en
Myanmar, tras un golpe de estado militar”: es lo que dicen los
franciscanos en una carta enviada al Secretario General de la ONU,
Antonio Gutierres. En la carta, recibida también en la Agencia Fides,
firmada por el Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores, que
representa a unos 12.500 religiosos y sacerdotes católicos que trabajan
en 116 países, se señala: “Los franciscanos de Myanmar han sido
testigos de primera mano de la brutalidad de las fuerzas de seguridad y
de la inseguridad que esto ha creado”, estigmatizando “la violencia
coordinada y continua que aumenta cada día”. El texto lamenta “la muerte
de civiles y la detención arbitraria de miles de personas que
participaban en protestas pacíficas, la destrucción de las protecciones
legales, las severas restricciones al acceso a Internet y a las
comunicaciones, y la subversión de la voluntad del pueblo de Myanmar
expresada en las elecciones de noviembre de 2020”. Los hermanos menores
que viven y trabajan en Myanmar han pedido a todos los franciscanos del
mundo que intercedan por el pueblo de Myanmar.
Los franciscanos hacen un llamamiento: “Ha llegado el momento de que la
comunidad internacional actúe de forma unida y decisiva para evitar más
pérdidas de vidas y destrucción de bienes y para garantizar la
restauración del gobierno democráticamente elegido de Myanmar sin
demora. Esto debe incluir un llamamiento a la junta militar para que
desista inmediatamente del uso de la fuerza contra el pueblo de Myanmar,
la liberación de las personas detenidas ilegalmente y el
restablecimiento de las protecciones garantizadas por la ley, incluido
el derecho a la protesta pacífica”.
Fray Michael A. Perry, Ministro General OFM, concluye con un deseo: “Que
el pueblo de Myanmar experimente de nuevo el retorno a la democracia y
que la crisis actual encuentre una solución pacífica y duradera”.
En los últimos días se produjo otra intervención de la Conferencia de
Ministros de Asia Oriental y la Comisión “Justicia, Paz e Integridad de
la Creación” de la Orden de los Hermanos Menores: “Nos unimos al pueblo
de Myanmar en su lucha por la autodeterminación con un gobierno
debidamente elegido. Nos unimos a ellos para pedir una solución
pacífica. Nos unimos a ellos para pedir la liberación de los miembros
del gobierno elegidos democráticamente, de los activistas y de los
jóvenes. Estamos con ellos en la defensa de la dignidad y los derechos
humanos”.
Los frailes, al ver el sufrimiento del pueblo de Myanmar, afirman estar
“edificados por el testimonio del pueblo de Myanmar por la justicia y la
verdad. Nos llama la atención la caridad que ejercen con sus hermanos.
Nos unimos a su dolor y al de los muchos cristianos de Myanmar
-sacerdotes, misioneros y laicos- rezando con ellos para que este
periodo de oscuridad en su tierra termine pronto”.
Los seguidores del Pobrecillo de Assi se dirigen al ejército birmano, el “Tatmadaw” diciendo: “Mirad a vuestros hermanos y hermanas. Mirad el largo sufrimiento de Myanmar, víctimas de la codicia colonial, de la opresión, de la ira. Detengamos el derramamiento de sangre. No dejemos que el odio domine nuestros corazones. Invoquemos al Señor, que ha prometido estar cerca de su pueblo, para que la justicia y la paz reinen en Myanmar y comience la tan esperada reconciliación”.
La presencia franciscana en Myanmar se oficializó en 2005 con la
“Fundación San Francisco de Asís”. Las Hermanas Franciscanas Misioneras
de María (FMM) y la Orden Franciscana Seglar han acompañado a los
frailes de la Fundación desde el principio. Las vocaciones franciscanas
han florecido en el país, y actualmente hay cinco frailes locales de
profesión solemne, cuatro sacerdotes, además de otros con profesión
temporal, novicios y aspirantes.