Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 20/03/2021) - Otro sacerdote ha sido secuestrado en Nigeria.
Se trata del padre Harrison Egwuenu, director del colegio St. George de
Obinomba, que fue secuestrado hacia las 20 horas del 15 de marzo en
Abraka, en la zona local de Ethiope East, en el estado de Delta, al sur
de Nigeria.
Según fuentes locales, los secuestradores dispararon al aire para
asustar a los transeúntes, y sacaron al sacerdote de su coche,
abandonándolo en la carretera. Un testigo afirma haber recogido una
quincena de cartuchos de Kalashnikov en el lugar del secuestro.
Don Benedict Okutegbe, administrador de la catedral del Sagrado Corazón
de la diócesis de Warri, al confirmar el secuestro de don Egwuenu, ha
pedido que se rece por la pronta liberación del sacerdote, al que ha
descrito como un “sacerdote trabajador y dedicado”.
Los secuestros con fines de extorsión, a menudo en las carreteras, son
cada vez más frecuentes en Nigeria, al igual que los secuestros masivos
de estudiantes en algunas zonas de la Federación. Entre las víctimas hay
también varios sacerdotes, religiosos y religiosas, a pesar de la
disposición dictada hace varios años por la Conferencia Episcopal de
Nigeria de evitar el pago de rescates.
La inseguridad provocada por las bandas de delincuentes, las incursiones
de los pastores Fulani y los terroristas de Boko Haram (divididos a su
vez en varias facciones rivales) corre el riesgo de hacer estallar la
Federación Nigeriana, advierten los obispos.
Ante las graves faltas de las instituciones del Estado, en primer lugar
la incapacidad de garantizar la seguridad para todos, “Nigeria corre el
riesgo de desmoronarse”, afirman los obispos nigerianos, que precisan
que han lanzado “esta alarma por un profundo amor patriótico a nuestra
nación, y no por intereses sectoriales, ya sean políticos, étnicos o
religiosos”.