Timika, INDONESIA (Agencia Fides, 23/03/2021) - Rufinus Tigau, catequista y animador católico,
fue asesinado sin motivo por las fuerzas de seguridad indonesias el 26
de octubre de 2020 en la provincia de Papúa. En vísperas de la “29 Jornada de oración y ayuno en memoria
de los Misioneros Mártires”, del 24 de marzo,
recordamos con él a las innumerables huestes de catequistas laicos, que
sobre todo en tierras de misión, donde la presencia de sacerdotes es
esporádica, mantienen viva la fe de las comunidades, asegurando la
catequesis y la animación de las celebraciones.
Rufinus Tigau pertenecía a la parroquia de Bilogai, Dekenat Moni-Puncak,
en la diócesis de Timika. Según las declaraciones de los testigos de la
aldea de Jalae, en el distrito de Sugapa, Rufinus fue asesinado a tiros
por miembros del TNI (Tentara Nasional Indonesia - Ejército Nacional de
Indonesia) en la aldea de Jalae tras responder a las preguntas de las
fuerzas de seguridad.
“Los miembros del aparato militar y policial combinado preguntaron,
frente a la casa de Rufino, quién estaba en casa. Tras responder que en
casa estaban su mujer, su hijo y su anciana madre, Rufino, desarmado y
con las manos levantadas, recibió varios disparos de los militares”, tal
y como informó el comunicado de la diócesis de Timika emitido el 1 de
noviembre de 2020.
Rufinus fue etiquetado como miembro del KKSB (Grupo Criminal Separatista
Armado). El término KKSB es utilizado habitualmente por las fuerzas de
seguridad para referirse al Ejército de Liberación Nacional de Papúa
Occidental (TPNPB). Debido a que se le acusó de estar involucrado con el
grupo KKSB, las fuerzas de seguridad, que allanaron la aldea de Jalae
esa mañana, lo consideraron un “objetivo”.
Los habitantes de Jalae niegan todo esto, para ellos Rufinus Tigau sólo
era un miembro de la Iglesia, un catequista. Fue alcanzado por varias
balas, sin razón alguna, después de responder a los militares y declarar
su identidad. El cuerpo de Rufino fue enterrado cerca de su casa.
El administrador diocesano de la diócesis de Timika, el padre Marthen
Ekowaibi Kuayo, confirmó que Rufinus Tigau era catequista y no estaba
implicado en las actividades del TPNPB. Sebby Sambon, portavoz del
TPNPB, también negó la participación de Rufinus en el TPNPB.
Procedente de una familia católica, Rufinus, tras terminar el
bachillerato, había continuado sus estudios en Yakarta, en el campus del
Politécnico de Finanzas del Estado STAN, seleccionado en el programa de
méritos especiales. Durante su formación en el plan de estudios, fue
calificado como un estudiante tranquilo y muy diligente.
Además del campus, Rufinus también participó activamente en varias
actividades religiosas extracurriculares, dentro de la OMK (Juventud
Católica) y la Familia Estudiantil Católica PKN STAN (KMK), también era
miembro del “Camino de la Cruz Viviente” en la Iglesia de San Mateo
Evangelista, Bintaro.
Tras terminar la universidad, optó por volver a casa en 2014. En su
pueblo, el joven siempre fue activo en las actividades religiosas y en
2015 fue nombrado catequista por el párroco de San Miguel de Bilogai, el
padre Yustinus Rahangiar, para sustituir al catequista Frans Wandagau,
que había fallecido.
Como catequista, Rufino ayudaba al párroco de la estación misionera de Jalae en todas las actividades pastorales, porque el párroco y otros sacerdotes de la parroquia no entendían la lengua local ni otros aspectos del contexto cultural local. Rufino también solía servir en la iglesia parroquial de Bilogai durante las celebraciones de Navidad y Pascua, con la tarea principal de traducir la homilía a la lengua local (migani). De este modo, los católicos que no sabían indonesio podían participar y entender las reflexiones del sacerdote.
Además de este compromiso, Salomina Gobay, compañera de clase en STAN,
señala que Rufino también ayudaba a los pobres de su pueblo. Según ella,
Rufino era una persona muy inteligente y también entusiasta de la ayuda
en su pueblo natal, “persona muy modesta y de rostro sonriente. Hombre
de fe y caridad, siempre estaba con la gente”. Según la población local,
Rufinus podría haberse convertido en un objetivo de los militares sólo
por ser inteligente y tener conocimientos de tecnología.