Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides, 27/03/2021) – “Con profunda tristeza y gran pesar seguimos
los recientes acontecimientos en Myanmar. Vemos demasiado odio,
demasiada violencia, demasiado derramamiento de sangre y demasiado
sufrimiento. Vemos el dolor infligido a un pueblo amante de la paz que
sólo exige democracia y sus justos derechos. Los esfuerzos del pueblo
apuntan a construir la unidad, la justicia, la libertad y la igualdad de
oportunidades para todos los ciudadanos”: es lo que escriben los
obispos católicos de Tailandia en una carta abierta recibida en la
Agencia Fides, a la Iglesia y a todo el pueblo de Myanmar, expresando su
preocupación y cercanía en la actual situación de tensión y violencia.
“Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; si un miembro es
honrado, todos los miembros se alegran con él”, señala el texto de los
obispos, citando la Carta de San Pablo a los Corintios, y enviando desde
toda la comunidad católica tailandesa un mensaje de fraternidad y
solidaridad a la nación birmana.
“Durante siglos los miembros de nuestras Iglesias han sido buenos vecinos, viviendo como hermanos y hermanas. Vosotros estáis sufriendo. Y nosotros sufrimos con vosotros”, dicen los obispos tailandeses, junto al Santo Padre que, en un reciente llamamiento, dijo “yo también me arrodillo en las calles de Myanmar, yo también extiendo mis brazos” para invocar el fin de la violencia y el inicio del diálogo.
El mensaje reconoce que el pueblo de Myanmar, que reclama la democracia y
la paz, “se mantiene dentro del estado de derecho, del respeto de la
ley y la búsqueda de la justicia y la armonía”. “Asia es un continente
de paz y esperanza, de cálidos lazos familiares. Somos una familia.
Todos queremos ayudaros”, reza el texto recibido en la Agencia Fides,
que espera que se inicie un “camino de diálogo, reconciliación y vuelta a
la normalidad”.
Los obispos de Tailandia, por último, aseguran sus oraciones y ponen a Myanmar bajo la protección de la Virgen María y San José.