Freetown, SIERRA
LEONA (Agencia Fides, 10/09/2014) – “El Ébola es un virus tan
virulento que no se puede tratar con facilidad; sólo los expertos
pueden realizar pruebas para identificar el virus y determinar el
estado de la infección. Por esta razón, la Iglesia Católica, a
través de la oficina nacional y la diocesana de Cáritas se ha
comprometido a aumentar la conciencia de la comunidad, dentro y fuera
de la Iglesia. Esto incluye la sensibilización de la población
sobre el Ébola, sus síntomas más evidentes, como se transmite de
persona a persona y cómo se puede prevenir. También nosotros, los
obispos estamos involucrados. Por ejemplo, en cada Misa he hablado
acerca de la epidemia de Ebola, cómo se contrae el virus y como se
transmite, y sobre la manera de mantenerse al seguro a sí mismos y a
los demás”. Es el testimonio concedido a la Agencia Fides por Su
Exc. Mons. Edward Tamba Charles, arzobispo de Freetown, capital de
Sierra Leona, uno de los países africanos más afectados por el
virus. Segú n una de las disposiciones, la población tendrá que
permanecer en casa durante cuatro días, del 18 al 21 de septiembre,
para evitar la propagación de infecciones y controlar la situación.
El comunicado del
Ministerio de Salud local, a día 6 de septiembre, reportó 260 casos
de pacientes que han sobrevivido y han sido dados de alta, 23 nuevos
casos confirmados, 414 muertes, 1.234 casos confirmados. El
Ministerio también informó que 16 de las 20 ambulancias ordenadas
por el gobierno para hacer frente a las demandas de atención de
emergencia ya han llegado al país africano.
Operadores del
Ministerio de Salud e higiene de UNICEF han mostrado a los líderes
religiosos las técnicas básicas para evitar la infección, y estos
a su vez las han dado a conocer a los miembros de sus comunidades.
Entre las precauciones se incluye evitar el contacto físico y
lavarse las manos regularmente con agua tratada con cloro o jabón y
el uso de desinfectantes. “En este sentido - dice Mons. Tamba
Charles -. hemos abolido el apretón de manos para intercambiar el
signo de la paz durante la misa y distribuimos la Comunión en la
mano. También hemos puesto agua clorada o tratada con desinfectante
en las puertas de las iglesias para que los fieles se laven las manos
antes de entrar a misa. Los musulmanes están haciendo lo mismo en
las mezquitas”.
El arzobispo destaca
que la respuesta de la Iglesia Católica ante la emergencia es doble:
por un lado aumentar la conciencia y por otro la distribución de
material sanitario. “La epidemia de Ébola está todavía entre
nosotros - concluye el Arzobispo de Freetown -. Por lo tanto, vamos a
continuar con los esfuerzos para aumentar la concienciación. También
vamos a continuar nuestra colaboración con otros líderes
religiosos, cristianos y musulmanes, porque todavía se tiene gran
estima en el país hacia los líderes religiosos y nuestras
comunidades religiosas superan todas las fronteras de raza, tribu,
región”.