Abuja, NIGERIA
(Agencia Fides, 15/09/2014) - Son más de 2.500 fieles de la diócesis
nigeriana de Maiduguri los que han sido asesinados por la violencia
de Boko Haram. Así lo revela en una entrevista con el periódico
THISDAY, el Obispo local, Su Exc. Mons. Oliver Dashe Doeme, que está
refugiado en la parroquia de Santa Teresa de Yola en el estado de
Adamawa, junto con miles de fieles.
La Diócesis de
Maiduguri (capital del Estado de Borno, en el noreste de Nigeria)
incluye los estados de Borno, Yobe y algunas áreas de el de Adamawa.
En estos tres estados, donde se concentran las acciones de Boko
Haram, en 2013 el presidente Goodluck Jonathan declaró el estado de
emergencia, que, sin embargo, no ha impedido que los guerrilleros
islamistas continuasen con sus acciones, moviéndose poco a poco
hasta conquistar algunos lugares donde ha sido proclamado el
“califato”.
Mons. Doeme afirma
que la mayoría de los desplazados acogidos en la parroquia de Yola
han escapado por poco de ser asesinados por miembros de Boko Haram.
En la estampida general, muchas familias se dividieron y muchos
padres siguen buscando a sus hijos desaparecidos. El obispo también
informa que en varias ocasiones los militares nigerianos huyen sin
luchar, y esto, según Mons. Doeme, se debe principalmente a la
corrupción.
La dramática
situación de los desplazados internos es el centro del documento de
Caritas Nigeria y de la Comisión Episcopal “Justicia y Paz”
titulado “Adaptar nuestras vidas a la guerra en curso” en el que
se señala textualmente: “la simple verdad es que Nigeria está en
guerra”.