CIUDAD DEL VATICANO,
2 septiembre 2014 (VIS).- Ayer por tarde en el Aula Pablo VI, el
Santo Padre FRANCISCO recibió a los miembros del denominado “Equipo
de fútbol del Papa por la Paz”, cincuenta jugadores que son parte
de la historia de ese deporte, entre los cuales Diego Armando
Maradona, Radja Nainggolan, Javier Zanetti, Andry Shevchenko o Andrea
Pirlo, por citar solo algunos.
El partido que se
disputó a las 20:45 horasen el Estadio Olímpico de Roma, estaba
organizado por la Onlus argentina Fundación P.U.P.I y la recaudación
se destina a la “Scholas occurentes” que, mediante la tecnología,
el arte y el deporte promueven la integración social de los niños y
jóvenes más marginados. El nombre de la fundación es el mote de su
creador, el futbolista Zanetti, “Pupi”, y sus siglas son también
las de la frase “Por un piberio integrado”, es decir “Por una
juventud integrada”.
En el discurso que
dirigió a los promotores y participantes en el “partido
interreligioso de fútbol por la paz”, el Papa subrayó que el
encuentro, además de servir de ayuda a los proyectos de solidaridad,
era una ocasión para reflexionar sobre valores universales que el
fútbol y el deporte en general favorecen como la lealtad, el
compartir, la acogida, el diálogo y la confianza en los demás. ''Se
trata -añadió- de valores que acomunan a todas las personas,
prescindiendo del origen étnico, de la cultura y del credo
religioso. Más aún, el acontecimiento deportivo de esta noche es un
gesto altamente simbólico para que se comprenda que es posible
construir la cultura del encuentro y un mundo de paz, donde creyentes
de religiones diversas, conservando su identidad -porque cuando dije
'prescindiendo' no hay que entender, 'dejar de lado';- puedan
convivir en armonía y respetándose recíprocamente''.
FRANCISCO también
manifestó el deseo de que el deporte contribuyese ''a dar una
aportación a la coexistencia pacífica de todos los pueblos,
excluyendo cualquier discriminación de origen étnico, de lengua o
de religión''. ''Sabéis -afirmó dirigiéndose a los jugadores-
que discriminar puede ser sinónimo de despreciar. La
discriminación es un desprecio y vosotros, con el partido de hoy,
diréis no a cualquier discriminación. Las religiones, en
particular, están llamadas a hacerse vehículo de paz y nunca de
odio, porque en nombre de Dios hay que llevar siempre y solamente el
amor. Religión y deporte, entendidos de esta forma auténtica,
pueden colaborar y ofrecer a toda la sociedad signos elocuentes de
esa nueva era en que los pueblos ''no levantarán más la espada uno
contra otro''.
Antes de empezar el
partido el Pontífice volvió a hablar, esta vez en español, a los
jugadores y al público del Estadio Olímpico, en un mensaje de vídeo
que reproducimos a continuación.
''Buenas noches y
me alegra que estén reunidos para este partido que es tan simbólico.
Es un partido donde se resalta la unión de los equipos, la unión de
los que están participando como espectadores, el deseo de todos que
es la paz. Un partido donde nadie juega la propia sino la del otro.
Tampoco: la de todos. Y ahí cada uno se multiplica y al jugar en
equipo cada uno es más persona, más gente, se engrandece más. Y al
jugar en equipo la competencia en vez de ser guerra es semilla de
paz. Por eso el símbolo de este partido es el olivo. Saludo
especialmente a los integrantes de Scholas, que están en la
organización de este partido y que van a plantar el olivo de la paz.
Les invito a que todos lo plantemos juntos con Scholas. Les pido
disculpas por hablarles en castellano pero es el idioma de mi
corazón, y hoy les quiero hablar desde el corazón. Gracias por
esto''.