Roma, ITALIA
(Agencia Fides, 18/09/2014) - “Hace algún tiempo un obispo libanés
trató de hacer una colecta para ayudar a los refugiados sirios.
Bueno, no consiguió recaudar nada de dinero. La gente decía 'basta,
no queremos ayudarles más'. Para muchas personas, la ayuda a los
refugiados sirios se ha convertido en motivo de acusaciones y
reproches incluso para el trabajo de Cáritas”. Lo comenta a Fides
el sacerdote maronita Paul Karam, Presidente de Cáritas Líbano,
describiendo la desaparición gradual entre el pueblo libio del
sentido de solidaridad humana y de caridad hacia los refugiados
sirios, algo que también es causado por la reanudación de los
combates en el valle de Bekaa entre militantes sirios anti-Assad y
las fuerzas del ejército nacional. “Entre la gente” refiere el
p. Karam “muchos repiten: 'nosotros les dimos la bienvenida, y nos
han traicionado. La policía ha entrado en sus campos y han
encontrado armas. Ahora ya no queremos ayudar a los sirios”.
La ayuda humanitaria
a los refugiados sirios en el Líbano corre el peligro de convertirse
en otra víctima colateral de los conflictos y acontecimientos que
están extendiendo el miedo entre la población libanesa. En el
fondo, siempre existe la amenaza de un Líbano contagiado por el
conflicto sirio y el temor de que el país de los cedros se convierta
en territorio de conquista para los grupos yihadistas como el Estado
Islámico y el Frente al-Nusra, vinculado a la red Al-Qaida. La
frontera entre Siria y el Líbano ha sido cruzada en varias ocasiones
por incursiones de grupos yihadistas, y Al-Nusra amenaza con ejecutar
nueve soldados y policías libaneses retenidos como rehenes en
represalia por la participación pro-Assad de las miliciad chiítas
libanesas de Hezbolá en el conflicto sirio.
El padre Karam, que
ha intervenido en la cumbre de emergencia sobre el Medio Oriente
convocada y en curso estos días en Roma por Caritas Internationalis,
llama la atención sobre las contradicciones y ambigüedades que
caracterizan la actitud de la comunidad internacional y en especial
de algunas potencias occidentales ante los acontecimientos
convulsivos en Oriente Medio. “Obviamente”, señala el sacerdote
libanés “alguien sigue un plan para remodelar Oriente Medio
mediante el fomento de la creación de micro-estados con una base
étnica-religiosa. Ahora hacen la guerra contra el califato islámico,
pero en el frente que afirman que han construido contra los
yihadistas están las mismas personas que durante años los han
financiado y provisto de armas y apoyo logístico”. En la opinión
del Padre Karam, también una cierta forma de hacer frente a la
difícil situación de los cristianos y otras minorías forma parte
de los planes encaminados a desestabilizar el marco actual de Oriente
Me dio: “El nuevo Oriente Medio diseñado por estos estrategas del
caos”, señala el Presidente de Cáritas Líbano, “es una región
fragmentada y siempre ahogada en conflictos étnico-religiosos, donde
no hay lugar para los cristianos. Deja que pensar el hecho de que
Estados Unidos y otras naciones occidentales se muevan con rapidez
para otorgar visados y permisos de asilo a los cristianos con
procedimientos preferenciales. Pero nosotros no aceptamos esto. Nunca
nos dejaremos tratar solo como invitados en la que también es
nuestra tierra”.