Erbil, IRAQ (Agencia
Fides, 10/09/2014) - Ante las perspectivas inciertas que se registran
en la región norte de Iraq, el arzobispo sirio católico de Mosul,
Yohanna Petros Moshe, y los fieles de su diócesis han decidido que
tratarán de volver a Qaraqosh y a otros pueblos de la llanura de
Nínive sólo si se resuelve, y cuando se resuelva la situación en
Mosul, es decir, sólo si la segunda ciudad más grande de Iraq será
liberada de la milicia del califato islámico que la controla desde
el 9 de junio. Lo revela a la Agencia Fides el sacerdote
siro-católicao Nizar Semaan, colaborador del arzobispo Moshe: “Se
trata de una elección dictada por el sentido común - dice el P.
Semaan -, tomada junto con el arzobispo y el pueblo: sería inútil
regresar a sus hogares si la situación sigue siendo incierta y todos
están expuestos al riesgo de nuevos ataques de los yihadistas del
Estado Islámico, como ha ocurrido en otras ocasiones”.
En los últimos
días, según fuentes locales consultadas por la Agencia Fides, la
milicia del Estado Islámico ha concentrado medios militares en las
áreas centrales de algunos países de la llanura de Nínive -
empezando por el núcleo urbano de Bertelle - dando la impresión de
prepararse para la resistencia frente a la avanzada de los Peshmerga
kurdos. En la opinión del P. Semaan, la reconquista de la ciudad de
Mosul y la llanura de Nínive caída en manos de los yihadistas
también está condicionada por las tácticas políticas y militares
que son difíciles de interpretar. “Los Peshmerga – dice el
sacerdote a Fides - han roto la línea de defensa de los yihadistas y
la semana pasada llegaron a pocos kilómetros de Qaraqosh. Estábamos
esperando que de un momento a otro reconquistasen la ciudad, donde
parece que se han llevado a cabo saqueos que no se han escatimado
ninguna casa. En cambio, el avance se ha detenido, y no sabemos por
qué. A veces uno tiene la impresión de que las cosas en el campo
son impulsados por estrategias y resoluciones políticas y militares
de los que no alcanzamos a ver el diseño real”.