CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - Noviembre 2 de 2016). En el Ángelus del domingo 30 de octubre, rezado con
miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa FRANCISCO comentó el
evangelio de San Lucas que narra el encuentro de Jesús en Jericó con
Zaqueo, el jefe de los publicanos, es decir de los cobradores de
impuestos para los romanos; por lo tanto odiado por su pueblo como un
explotador y un colaborador de los tiranos. Zaqueo, bajo de estatura,
tenía curiosidad de ver a Jesús, pero su condición de pecador público se
lo impedía, así que se subió a un sicomoro en el camino por el que
tenía que pasar.
Al acercarse al sicomoro Jesús levanta la mirada y le dice: «Zaqueo,
baja deprisa, porque hoy tengo que alojarme en tu casa» Pero, ¿por qué
Jesús dice: “tengo” que alojarme en tu casa? ¿De qué deber se trata?
“Sabemos que su deber supremo –explicó FRANCISCO– es realizar el
designio del Padre para toda la humanidad, que se cumple en Jerusalén
con su condena a muerte, su crucifixión y, al tercer día, su
resurrección. Es el designio de salvación de la misericordia del Padre. Y
en este designio está también la salvación de Zaqueo, un hombre
deshonesto y despreciado por todos y, por lo tanto, necesitado de
convertirse. De hecho, el Evangelio dice que, cuando Jesús lo llamó,
“todos murmuraban, diciendo: Se ha ido a alojar en casa de un pecador”.
El pueblo consideraba a Zaqueo un canalla, que se había enriquecido a
costa del prójimo. Y si Jesús hubiese dicho: “Baja, tú, explotador,
traidor del pueblo. Ven a hablar conmigo que vamos ajustar cuentas”,
el pueblo seguramente habría aplaudido.En cambio, empiezan a murmurar:
“Jesús va a casa de un pecador, de un explotador”.
Pero Jesús, guiado por la misericordia, buscaba precisamente a
Zaqueo y cuando entra en su casa dice: «Hoy ha llegado la salvación a
esta casa, ya que también este hombres es un hijo de Abraham, porque el
Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido». “La
mirada de Jesús va más allá de los pecados y los prejuicios – subrayó el
Papa – ve a la persona con los ojos de Dios, que no se detiene en el
mal pasado, sino que entrevé el bien futuro; Jesús no se resigna a las
cerrazones: siempre abre nuevos espacios de vida; no se detiene en las
apariencias, mira al corazón” .Y en el caso de Zaqueo miró a un
corazón “herido por el pecado de la codicia” . Vio ese corazón herido y
fue hacia él”.
“A veces queremos corregir o convertir a un pecador reprochándole sus errores o echándole en cara su comportamiento injusto – observó
FRANCISCO – La actitud de Jesús con Zaqueo nos indica otro camino:
enseñar a quien hierra su valor, ese valor que Dios sigue viendo a
pesar de todo, a pesar de todos sus errores. Esto puede provocar una
sorpresa positiva que enternece el corazón e impulsa a la persona a dar
lo mejor de sí. Dar confianza a las personas es lo que las hace crecer y
cambiar. Así se comporta Dios con todos nosotros: no lo detiene
nuestro pecado ,que supera con el amor, y nos hace sentir la nostalgia
del bien. Todos hemos sentido esta nostalgia del bien después de un
error. Y así hace nuestro Padre Dios, así hace Jesús. No hay persona
que no tenga algo bueno. Y allí es donde mira Dios para sacarla del
mal”.
“Que la Virgen María – terminó – nos ayude a ver el bien que hay en las
personas que encontramos cada día, para que todos nos animemos a que
brote la imagen de Dios grabada en nuestros corazones. Y así podamos
disfrutar de las sorpresas de la misericordia de Dios ¡Nuestro Dios, que
es el Dios de las sorpresas!”.
Después de rezar el Ángelus el Santo
Padre recordó la beatificación, del sábado 29 en Madrid, España, de los
sacerdotes benedictinos José Antón Gómez, Antolín Pablos Villanueva,
Juan Rafael Mariano Alcocer Martínez y Luis Vidaurrázaga González,
asesinados el siglo pasado durante la persecución contra la Iglesia.
“Alabemos al Señor y confiemos a su intercesión a los hermanos y
hermanas que hoy todavía, desgraciadamente, en varias partes del mundo
son perseguidos por su fe en Cristo”, dijo.
El Papa también expresó su cercanía a los habitantes de Italia central afectados por el terremoto que el 29 continuó sacudiendo esa región del país. “Rezo por los heridos y por las familias que han sufrido los daños más fuertes, así como por el personal de socorro y asistencia. Que el Señor Resucitado les de fuerza y que la Virgen los proteja”, afirmó.
A continuación saludó a los peregrinos procedentes de Italia y de diversos países, en particular a los de Liubliana (Eslovenia) y Sligo (Irlanda), así como a los participantes en la peregrinación mundial de los peluqueros y estetistas y a varios grupos, entre ellos los de la Unitalsi de Cerdeña.
FRANCISCO habló de su inminente Viaje Apostólico a Suecia para conmemorar el quinientos aniversario de la Reforma en el que católicos y luteranos se unirán en el recuerdo y la oración y pidió a todos que rezasen para que ese encuentro sea “una nueva etapa en el camino de fraternidad hacia la comunión plena”.
El Papa se despidió deseando a todos un buen domingo y una buena festividad de Todos los Santos.
El Papa también expresó su cercanía a los habitantes de Italia central afectados por el terremoto que el 29 continuó sacudiendo esa región del país. “Rezo por los heridos y por las familias que han sufrido los daños más fuertes, así como por el personal de socorro y asistencia. Que el Señor Resucitado les de fuerza y que la Virgen los proteja”, afirmó.
A continuación saludó a los peregrinos procedentes de Italia y de diversos países, en particular a los de Liubliana (Eslovenia) y Sligo (Irlanda), así como a los participantes en la peregrinación mundial de los peluqueros y estetistas y a varios grupos, entre ellos los de la Unitalsi de Cerdeña.
FRANCISCO habló de su inminente Viaje Apostólico a Suecia para conmemorar el quinientos aniversario de la Reforma en el que católicos y luteranos se unirán en el recuerdo y la oración y pidió a todos que rezasen para que ese encuentro sea “una nueva etapa en el camino de fraternidad hacia la comunión plena”.
El Papa se despidió deseando a todos un buen domingo y una buena festividad de Todos los Santos.