CIUDAD DEL VATICANO,
6 septiembre 2014 (VIS).- El Papa FRANCISCO ha recibido hoy a los
prelados de la Conferencia Episcopal de Camerún al final de su
quinquenal visita ''ad Limina Apostolorum''. En el discurso que les
ha entregado al final de la Audiencia y tras renovar su aliento y su
confianza a los Obispos -que con su venida a Roma subrayan el
espíritu de comunión con la Sede Apostólica- el Pontífice escribe
que ''para que el Evangelio toque y convierta los corazones en
profundidad hay que recordar que solamente nuestra unidad en el amor
hace posible dar testimonio con autenticidad y eficacia''. ''Unidad y
diversidad -advierte- son para vosotros realidades que hay que
mantener firmemente enlazadas para dar cabida a la riqueza humana y
espiritual de vuestras diócesis que se expresa en múltiples
formas''.
FRANCISCO recuerda
la buena colaboración entre la Iglesia, el Estado y la sociedad de
Camerún, evidenciada recientemente por la firma de un acuerdo marco
entre la Santa Sede y ese país e invita a los prelados a poner dicho
acuerdo en práctica ''porque el reconocimiento jurídico de
numerosas instituciones eclesiales aumentará su radio de acción en
beneficio no solo de la Iglesia sino de toda la sociedad
camerunesa''. En este contexto se refiere al considerable
compromiso de las iglesias locales en numerosas obras sociales,
especialmente en los ámbitos de la educación, la sanidad y la
caridad, que es reconocido y apreciado por las autoridades civiles y
que debe ser el fulcro de ''una fecunda colaboración entre el
Estado y la Iglesia en el respeto de la plena libertad de ésta. El
compromiso en las obras sociales forma parte integrante de la
evangelización porque existe un estrechísimo lazo entre
evangelización y promoción humana que se debe manifestar en toda la
acción evangelizadora''.
La acción
evangelizadora será tanto más eficaz cuando el evangelio ''sea
vivido realmente por aquellos que lo han recibido y lo profesan. Aquí
yace el modo de atraer a Cristo a los que todavía no lo conocen,
mostrándoles la potencia de su amor capaz de transformar e iluminar
la vida de los seres humanos''. Dada la notable presencia de
musulmanes en algunas diócesis, el Santo Padre invita a los Obispos
a ''desarrollar con ellos un diálogo de vida, con espíritu de
confianza mutua porque en nuestra época es indispensable para
mantener un clima de coexistencia pacífica y para evitar el
desarrollo de la violencia de que los cristianos son víctimas en
algunas regiones del continente''.
Las familias deben
seguir siendo objeto de atención especial por parte de los Obispos
''sobre todo hoy que se ven sometidas a duras pruebas, sea la
pobreza que el desplazamiento de personas, sea la falta de seguridad
o la tentación de regresar a prácticas ancestrales incompatibles
con la fe cristiana así como nuevos estilos de vida propuestos por
un mundo secularizado''.
También es esencial
que el clero ''de testimonio de una vida habitada por el Señor,
coherente con las exigencias y los principios del Evangelio'',
escribe FRANCISCO invitando a los prelados a ser padres atentos de
sus sacerdotes para que éstos eviten las tentaciones ''del poder,
de los honores y del dinero. En este último caso, el
testimonio contrario que pueda derivarse de una mala gestión de los
bienes, del enriquecimiento personal o del despilfarro, sería
particularmente escandaloso en una región donde muchas personas
carecen de lo necesario''. De igual modo ''la unidad del clero
es un elemento indispensable del testimonio debido al Cristo
resucitado... tanto si se trata de la unidad de los obispos, que se
confrontan a menudo con los mismos retos y llamados a dar soluciones
comunes y concertadas, como de la unidad del 'presbiterium' que el
Señor llama a construir cada día, dejando de lado cualquier
prejuicio, como son los de carácter étnico''.
Al final el
Pontífice renueva su aliento a los consagrados y consagradas cuya
vida es siempre ''un testimonio profético y un modelo en materia
de reconciliación, de justicia y de paz'' y se despide de los
prelados de Camerún alentándoles a no temer las dificultades y a
proseguir llevando la Buena Nueva con espíritu misionero renovado
''a todos los que todavía la esperan o que más la necesitan''.