lunes, 8 de septiembre de 2014

Papa a Obispos de Camerún: “Un estrechísimo lazo une la evangelización con la promoción humana”


CIUDAD DEL VATICANO, 6 septiembre 2014 (VIS).- El Papa FRANCISCO ha recibido hoy a los prelados de la Conferencia Episcopal de Camerún al final de su quinquenal visita ''ad Limina Apostolorum''. En el discurso que les ha entregado al final de la Audiencia y tras renovar su aliento y su confianza a los Obispos -que con su venida a Roma subrayan el espíritu de comunión con la Sede Apostólica- el Pontífice escribe que ''para que el Evangelio toque y convierta los corazones en profundidad hay que recordar que solamente nuestra unidad en el amor hace posible dar testimonio con autenticidad y eficacia''. ''Unidad y diversidad -advierte- son para vosotros realidades que hay que mantener firmemente enlazadas para dar cabida a la riqueza humana y espiritual de vuestras diócesis que se expresa en múltiples formas''.

FRANCISCO recuerda la buena colaboración entre la Iglesia, el Estado y la sociedad de Camerún, evidenciada recientemente por la firma de un acuerdo marco entre la Santa Sede y ese país e invita a los prelados a poner dicho acuerdo en práctica ''porque el reconocimiento jurídico de numerosas instituciones eclesiales aumentará su radio de acción en beneficio no solo de la Iglesia sino de toda la sociedad camerunesa''. En este contexto se refiere al considerable compromiso de las iglesias locales en numerosas obras sociales, especialmente en los ámbitos de la educación, la sanidad y la caridad, que es reconocido y apreciado por las autoridades civiles y que debe ser el fulcro de ''una fecunda colaboración entre el Estado y la Iglesia en el respeto de la plena libertad de ésta. El compromiso en las obras sociales forma parte integrante de la evangelización porque existe un estrechísimo lazo entre evangelización y promoción humana que se debe manifestar en toda la acción evangelizadora''.

La acción evangelizadora será tanto más eficaz cuando el evangelio ''sea vivido realmente por aquellos que lo han recibido y lo profesan. Aquí yace el modo de atraer a Cristo a los que todavía no lo conocen, mostrándoles la potencia de su amor capaz de transformar e iluminar la vida de los seres humanos''. Dada la notable presencia de musulmanes en algunas diócesis, el Santo Padre invita a los Obispos a ''desarrollar con ellos un diálogo de vida, con espíritu de confianza mutua porque en nuestra época es indispensable para mantener un clima de coexistencia pacífica y para evitar el desarrollo de la violencia de que los cristianos son víctimas en algunas regiones del continente''.

Las familias deben seguir siendo objeto de atención especial por parte de los Obispos ''sobre todo hoy que se ven sometidas a duras pruebas, sea la pobreza que el desplazamiento de personas, sea la falta de seguridad o la tentación de regresar a prácticas ancestrales incompatibles con la fe cristiana así como nuevos estilos de vida propuestos por un mundo secularizado''.

También es esencial que el clero ''de testimonio de una vida habitada por el Señor, coherente con las exigencias y los principios del Evangelio'', escribe FRANCISCO invitando a los prelados a ser padres atentos de sus sacerdotes para que éstos eviten las tentaciones ''del poder, de los honores y del dinero. En este último caso, el testimonio contrario que pueda derivarse de una mala gestión de los bienes, del enriquecimiento personal o del despilfarro, sería particularmente escandaloso en una región donde muchas personas carecen de lo necesario''. De igual modo ''la unidad del clero es un elemento indispensable del testimonio debido al Cristo resucitado... tanto si se trata de la unidad de los obispos, que se confrontan a menudo con los mismos retos y llamados a dar soluciones comunes y concertadas, como de la unidad del 'presbiterium' que el Señor llama a construir cada día, dejando de lado cualquier prejuicio, como son los de carácter étnico''.

Al final el Pontífice renueva su aliento a los consagrados y consagradas cuya vida es siempre ''un testimonio profético y un modelo en materia de reconciliación, de justicia y de paz'' y se despide de los prelados de Camerún alentándoles a no temer las dificultades y a proseguir llevando la Buena Nueva con espíritu misionero renovado ''a todos los que todavía la esperan o que más la necesitan''.