Roma, ITALIA (Agencia Fides, 03/12/2015) - “Estoy absolutamente convencido de que la visita
del Papa a Kenia, Uganda y la República Centroafricana tendrá un impacto
en todo el África”, dice a la Agencia Fides el Cardenal Wilfrid Fox
Napier, arzobispo de Durban (Sudáfrica), que está en Roma para la XIX
Asamblea Plenaria de la Congregación para la Evangelización de los
Pueblos. “Lo que el Santo Padre ha dicho en esos tres países refleja
mucho de lo que, nosotros como africanos, queríamos escuchar del Papa.
Por ejemplo, su llamamiento a la paz, su invitación a cuidar de los
enfermos, de los pobres y de los marginados, refleja mucho de lo que nos
gustaría ver suceder en nuestros países. Si el Papa viniese a Sudáfrica
sin duda le pediríamos que hiciese esto”.
“Otro aspecto importante de esta visita - continúa el Cardenal - es el
papel que el Papa Francisco ha reconocido a los laicos, especialmente a
los catequistas. La mayoría de los catequistas son hombres, y los
catequistas puede ser un modelo positivo para los jóvenes y los adultos
jóvenes. Esto es muy importante en Sudáfrica, donde los hombres no
tienen buenos modelos a seguir”, subraya el cardenal.
Sudáfrica tiene una de las tasas más altas del mundo de violencia sexual
y últimamente también se han registrado incidentes graves de xenofobia
contra la población inmigrante. En este sentido el cardenal Napier
dice: “Ahora la situación parece estar en calma, pero el problema de la
violencia xenófoba no se ha resuelto sino que solo se ha ocultado bajo
la alfombra, por lo que puede estallar de nuevo. Se han realizado
algunas intervenciones, pero cuando la mayoría de la población vive en
la indigencia, surge la tentación de atacar a la gente que es aún más
desfavorecida. No hemos oído hablar de ataques contra los inmigrantes de
la India o Pakistán, que dirigen actividades comerciales, sino que
hemos visto cómo han sido atacados los inmigrantes de otros países
africanos, que por lo general están indefensos. Sin embargo se están
haciendo esfuerzos en todos los niveles para evitar que se repitan tales
episodios”.
El Card. Napier concluye con esta consideración: “África tiene enormes
recursos, y el recurso humano no es precisamente el último. La
corrupción que lleva a la mala utilización de estos recursos es muy
peligrosa para los habitantes del continente. Debemos trabajar para que
nuestro liderazgo se impregne de un gran sentido de integridad moral,
honestidad y, sobre todo, del sentimiento de tener que cuidar de los
pobres. Creo que el cristianismo tiene un mensaje importante que
ofrecer”.