Baghdad, IRAQ (Agencia Fides, 03/12/2015) – El Patriarca de Babilonia de los Caldeos,
Louis Raphael I ha dirigido una nueva carta de apelación a los
representantes del Parlamento iraquí, para instarlos a poner fin a la
demora y a superar cualquier resistencia a la enmienda ya aprobada de la
ley que actualmente dispone el cambio automático a la religión islámica
de los hijos menores, cuando uno de los padres no musulmanes se
convertirse al Islam.
En la carta, difundida por los medios oficiales del Patriarcado caldeo y
recibida en la Agencia Fides, el Patriarca caldeo recuerda que los
niños cristianos, sabeos, mandeos y yazidis no quieren convertirse en
musulmanes, en el caso de que uno de sus padres se convierta al Islam, y
cita todos los artículos de la Constitución que afirman y protegen la
igualdad de los ciudadanos, como el artículo 37/2 (“el Estado garantiza
la protección del individuo de la coerción intelectual, política y
religiosa”) y el artículo 42 (“todo individuo debe disfrutar de la
libertad intelectual, de conciencia y de fe”). En la carta del patriarca
también se menciona la recomendación del Corán según la cual “no se
puede obligar en la religión”.
“Los cristianos - escribe el Primado de la Iglesia caldea-, asisten a
los ritos religiosos musulmanes como la Ashura y el aniversario del
nacimiento del profeta Mahoma, y varias iglesias de Occidente han
abierto sus puertas para recibir a los musulmanes desplazados,
permitiéndoles practicar su rituales religiosos en ellos. (...). Tenemos
la esperanza de que los musulmanes se comporten de la misma manera con
nosotros, porque el Islam es una religión de misericordia y perdón”.
La petición dirigida a los parlamentarios iraquíes es la de permitir que
los menores mantengan la religión que tenían al nacer, hasta la mayoría
de edad, cuando serán libres de elegir su pertenencia en plena
conciencia. Según lo que ha informado el sitio Baghdadhope, la
intervención del Patriarca caldeo está inspirada por el hecho de que
algunos diputados se han dirigido al Ayatolá chiita, Ali Al-Sistani,
para conocer su opinión sobre la modificación de la ley, ya ordenada por
el Parlamento. Con la carta, el patriarca ha querido implícitamente
remarcar que las decisiones que se han tomado no se pueden cambiar
ahora, incluso aunque Sistani expresase una opinión negativa con
respecto a la modificación de la ley.